sábado, 22 de octubre de 2011

bolilla 11 (Psicoanálisis I)


La  Organización Genital Infantil (1923)
En la niñez  se consuma una elección de objeto (como en la fase del desarrollo de la pubertad) hay un conjunto de las aspiraciones sex dirigidas a una unica persona, y tmb en ella se quiere alcanzar la meta.
En la pubertad la unificación de las pulsiones parciales y su subordinación al primado de los genitales, no se establecen en la infancia, o no lo son d manera completa

En la organización genital infantil para ambos sexos tiene importancia el genital masculino, primado del faloel niño cree q todo posee pene. Percibe la diferencia entre hombre y mujer pero no la relaciona con la diversidad de los genitales. Presupone q todos los seres vivos (humanos y animales) tienen pene. En las cosas inanimadas busca formas análogas a su miembro. Su pene tiene gran excitabilidad, busca verlo y compararlo con el de otras personas. A raíz d esto, en el transcurso de las investigaciones, el niño descubre q no todos los seres semejantes a el poseen pene. Lo nota 1ro en una hermanita o compañera d juegos, antes estas primeras impresiones de la falta d pene lo desconoce, cree ver uno, cree q es pequeño y le crecerá. Luego llegan a la conclusión d q es resultado de una castración como castigo por la masturbación. Cree q esto le ocurre a personas despreciables des sexo femenino, q son culpables de las mismas mociones q el y pierden el genital, pero q personas respetables como su mamá, lo tienen. Aquí ser mujer todavía no coincide con la falta d pene. Mas tarde al abordar los temas de la génesis y nacimiento comprende q solo mujeres pueden parir hijos, aquí la madre tmb perderá el pene.

En la organización pregenital sádico-anal se domina la diferencia entre activo y pasivo, en el siguiente estadio hay algo masculino pero no femenino, hay oposición entre genital masculino y castrado. Al culminar el desarrollo en la pubertad la sexualidad se opone entre femenino (objeto y pasividad) y masculino (sujeto, actividad, pene)

El sepultamiento del complejo de Edipo (1924)
El complejo de Edipo es central en el periodo de la 1ra infancia, luego cae sepultado, se somete a la represión y es seguido por un período d latencia. Cae por las desilusiones acontecidas, la niña q quiere ser la amada predilecta del padre, vivenciará alguna reprimenda por parte d el; el varón q considera a la madre su propiedad, tendrá la experiencia d q ella le quitará amor y cuidados para brindárselos a un recién nacido. Se va al fundamento por su fracaso, como resultado d su imposibilidad interna. Se determina por la herencia. Es contemporáneo a la fase fálica, donde importan los genitales masculinos (pene); los genitales femeninos no son descubiertos y esta fase se hunde y es relevada por el período d latencia. A raíz d esto el niño tiene gran interés por sus genitales y ejerce gran actividad manual en ellos, los adultos no están d acuerdo con esto, entonces ejercen la amenaza d castración (oralmente viene d mujeres). D esta manera la organización genital fálica se va al fundamento por la amenaza d castración, la cual hace su efecto por la observación del niño  en los genitales femeninos (falta d pene), a raíz d lo cual se hace representable la perdida d su propio pene, la amenaza d castración obtiene su efecto con posterioridad. Su aceptación pone fin a 2 posibilidades d satisfacción del complejo de Edipo: el niño se sitúa d manera masculina en el lugar del padre y pretende mantener comercio sexual con la madre, entonces el padre se siente como un obstáculo; o el niño quiere sustituir a la madre y hacerse amar por el padre, así la madre sobra. Ambas posibilidades conllevan la pérdida del pene, la masculina como castigo y la femenina como premisa.
Entonces si la satisfacción amorosa del complejo d Edipo cuesta el pene, surge el conflicto entre el interés narcisista en el pene y l investidura libidinosa de los objetos parentales, normalmente triunfa el interés narcisista por el pene, d esta manera el yo del niño se extraña del complejo d Edipo. Las investiduras d objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del padre o ambos padres están introyectadas en el yo. Así se forma el núcleo del super yo en base a la severidad y prohibición del incesto. El super Yo se toma prestado del padre y asegura al yo contra las investiduras libidinosas de los objetos, de esta manera las aspiraciones libidinosas del complejo de Edipo son desexualizadas y sublimadas. Con este proceso se inicia el período d latencia, se interrumpe el desarrollo sex del niño; surge un extrañamiento del yo frente al complejo de Edipo (Freud le llama represión), hay destrucción y cancelación del complejo de Edipo

El sexo femenino tmb desarrolla complejo de Edipo, super yo y período d latencia. Tiene organización fálica y complejo d castración (no es igual al del niño). El clítoris se comporta al principio como un pene, por la comparación con el nene percibe q es demasiado corto, siente sto como un perjuicio e inferioridad y por un tiempo cree q le crecerá. La niña no comprende su “falta d pene” como un carácter sexual, ella lo explica creyendo q alguna vez tuvo un pene y lo perdió por castración, acepta su castración como un hecho consumado.La renuncia al pene se soporta por un resarcimiento, la niña se desliza del pene al hijo, su complejo d Edipo culmina en el deseo de recibir como regalo un hijo del padre, parirle un hijo. Entonces el complejo de Edipo se abandona porq este deseo no se cumple nunca. El deseo d poseer un pene y recibir un hijo permanece en lo icc y se conservan con fuerte investidura y preparan al ser femenino para su posterior papel sexual

Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos (1925)
El niño en el complejo de Edipo retiene el mismo objeto q en el período d lactancia y crianza había investido con su libido no genital. Su actitud edípica pertenece a la fase fálica y se va al fundamento por la angustia d castración, debido el interés narcisista hacia los genitales.
El complejo d Edipo es de sentido doble, activo y pasivo, en armonía con disposición bisexual
Durante el complejo de Edipo en  el niño se caracteriza por una identificación tierna con el padre y un quehacer masturbatorio con sus genitales. El complejo d Edipo depende d este onanismo d infancia y su sofocación, ya q activan el complejo de castración, aunq no se sabe si su referencia es el complejo d Edipo o si surge como quehacer d órgano y mas tarde qda anudado al complejo d Edipo, significa la descarga d excitación sexual del complejo de Edipo, por ello el niño sigue mojándose en la cama como resultado del onanismo, el aprecia su sofocación como inhibidor de la actividad genital, como amenaza de castración.
El espiar con las orejas el coito d los padres da lugar a la 1ra excitación sexual, de donde parte todo el desarrollo sexual q se vincula con el onanismo y la identificación d naturaleza tierna con el padre y quehacer masturbatorio con sus genitales

En la niña el 1er objeto es la madre ¿Cómo lo resigna y toma por objeto al padre?
Descubre la zona genital en cierto momento. El paso a la fase fálica es un gran descubrimiento para la niña, ya q nota el pene de un nene y lo ve superior a su órgano, entonces cae en la envidia del peneCuando el nene ve la región genital de la nena esta desinteresado, mas tarde cuando cobra fuerza la influencia d la amenaza d castración, esa observación se vuelve significativa, por lo q el recuerdo de la falta d pene le hace creer en la efectividad de la amenaza de castración .En la nena es al contrario, ella sabe q no tiene un pene pero quiere tenerlo, entonces surge el complejo d masculinidad, si no lo supera puede tener dificultad hacia el desarrollo de la feminidad, o viene un proceso de desmentida, no acepta el hecho d su castración. Las consecuencias de la envidia al pene son: sentimientos d inferioridad, por admisión de herida narcisista; la envidia del pene subsiste en los celos, le pegan al niño porq le tienen celos como rival, el niño golpeado-acariciado es el clítoris, es una confiesa masturbatoria; e inestabilidad de los vínculos tiernos con el objeto-madre, ya q la responsabiliza por su falta d pene. 
La masturbación en el clítoris en una práctica masculina, por envidia al pene surge una contracorriente opuesta al onanismo. La niña resigna el deseo del pene para reemplazarlo por el deseo d un hijo, con este propósito toma al padre como objeto d amor. Aquí el complejo d Edipo es una formación secundaria, ya q es introducido por el complejo de castración. Por ellos falta el motivo para la demolición del mismo, puede ser abandonado poco a poco, tramitado por represión, o sus efectos penetrar mucho en la vida anímica d la mujer, por esto mismo, el super yo nunca deviene tan implacable.

En el niño el complejo de Edipo no es reprimido, sino q influye en la amenaza de castración; sus investiduras libidinosas son resignadas, desexualizadas y en parte sublimadas; sus objetos se incorporan al yo, donde forman el núcleo del super yo. En el caso ideal no subsiste en lo icc, ya q el super yo es su heredero

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