viernes, 21 de octubre de 2011

Los heterodoxos del psicoanálisis -Módulo 1- (Corrientes II)


- Adler  Alfred- Viena 1870 – 1937 (67 años).
Ruptura com Freud en 1911.
Toma el nombre de Psicología individual. Adler era un médico con formación neurológica y clínica.

De clase 16/04
Psicología Individual.
SER HUMANO
Criatura social y cultural
Impulsado por necesidades innatas
CONCIENCIA: centro de la personalidad
YO CREATIVO: - en las personas normales revisan sus finalismos
-               Establece y dirige
Sentimiento de Inferioridad:                                         Orden de nacimiento
Lucha por la superioridad
(Ansia exagerada de poder puede desviarse).     – atmósfera fliar. - constelación Fliar
                                                             y orden de nacimiento





                ESTILOS DE VIDA – 4 TIPOS


                                                                                  FINALISMOS
SENTIMIENTO O INTERES SOCIAL: cooperación con los demás hacia el mejoramiento de la sociedad humana.

RESUMEN DEL LIBRO: EL SENTIDO DE LA VIDA:
Alfred ADLER.
Capitulo 2: Medios y caminos psicológicos para la exploración del estilo de vida.
Determina todo su pensar, sentir y obrar.
Describe el desarrollo histórico de la psicología, lo plantea como un arte inocente hasta que incorporó la Filosofía, Antropología. No puede tenerse al hombre aislado.
- Época de Tecnicismo: llevaron al método experimental que hacía perder la visión de la personalidad en su conjunto.
- La ciencia de la herencia, desde lo orgánico.
La Psicología alcanzó un verdadero auge con el PA: libido sexual como omnipotente guía del destino humano.
Infierno – inconciente. Pecado original – sentimiento de culpabilidad. Cielo- ideal del Yo.
- Para Adler, Freud se perdió en el laberinto de sus metáforas sexualizantes, la técnica del PA pone de relieve al paciente con energía, íntima relación de la libido sensual con los síntomas. Pesimismo freudiano: deseo de muerte como finalidad última de la existencia.
Adler dice: nuestra “PS Individual” se coloca en el terreno de la evolución, considera todo anhelo humano como una tendencia hacia la perfección, impulso de vida ligado a dicha tendencia. De una situación minus a una plus (la expresión psíquica).en su búsqueda de la perfección ideal inasequible, el individuo se halla poseído e impulsado por un sentimiento de inferioridad.
La idea de comunidad perfecta entre los hombres, desde un punto de vista científico, se considera como motor y meta de la evolución.
Sentimiento de Inferioridad              Tendencia hacia la superación                 sentimiento de   Comunidad

Éstos son pilares básicos de la investigación psicológica individual, estudio del individuo y de las masas.
La construcción intelectual emocional de un estilo de vida en el curso de la evolución, es obra de la infancia. La totalidad del individuo no puede estudiarse aisladamente sino en relación con la vida, con la sociedad.
La técnica de la Psicología individual presupone el conocimiento de los problemas de la vida y las exigencias que ésta plantea al individuo. Al conjunto de fenómenos somáticos y/o psíquicos le dio el nombre de Complejo de inferioridad. El complejo de Superioridad es el afán de disimular el anterior.
La tarea del educador, médico, etc. Es la de fortalecer el sentimiento de comunidad.
Para conocer la personalidad usa diferentes caminos: primero recuerdos de la infancia, posición en relación a los hermanos, faltas infantiles, características del factor exógeno causante del trastorno.


Capítulo 5: El complejo de Inferioridad:
Ser hombre equivale a “sentirse inferior”. La sensación de insuficiencia constituye un sufrimiento positivo que perdura, hasta que no es resuelto. Un sentimiento natural comparable a una tensión dolorosa, que reclama alivio. Este alivio no ha de ir forzosamente acompañado de placer como supone Freud. La supresión de esta tensión puede ir acompañada también de dolor y sufrimiento. El movimiento histórico de la humanidad debe ser interpretada como la historia del sentimiento de inferioridad y de los intentos realizados para liberarse de él. Desde que se puso en movimiento, la materia viva siempre se ha esforzado por pasar de una situación de minus a una situación plus. . La tesis de Freud de que la muerte ejerce una cierta atracción sobre el hombre, hasta el punto de llegar a desearla en sueños, representa aun dentro de su propio sistema, una conclusión precipitada.
La vida está regida por el principio de autoconservación. Las divergencias de los hijos y jóvenes, con respecto a los padres y viejos, no es más que un aspecto de este aseguramiento de la vida. La civilización tiene una tendencia al aseguramiento, nos muestra al hombre en una continua tonalidad afectiva del sentimiento de inferioridad que estimula nuestra actividad para alcanzar una mayor seguridad.
Sin esta corriente de la civilización, la vida humana sería imposible. El hombre estaría condenado a sucumbir ante el embate de las fuerzas de la naturaleza. Su vida no está asegurada más que bajo ciertas condiciones, como son una conveniente división del trabajo y una suficiente multiplicación de los individuos.
Al niño le es impuesta por la naturaleza la tendencia a la superación, crea para sí mismos nuevas formas de vida, sus juegos orientados hacia el porvenir, demuestran su energía autocreadora. Lo que luego observamos en la evolución del individuo ha sido originado por el material hereditario, y su perfección es debida a la potencia creadora del niño. Las insuficiencias orgánicas, el mimo o el abandono inducen con frecuencia al niño a establecer fines concretos de superación que se hallan en contradicción tanto con el bienestar del individuo como el perfeccionamiento de la Humanidad.  En esta peculiaridad que distingue a cada individuo se pone de relieve la creación propia del niño y la manera cómo utiliza y aprovecha sus posibilidades y aptitudes congénitas.
La vida anímica está dominada por el sentimiento de inferioridad, si se parte de la sensación de imperfección, incompletud, de la incesante tendencia a ascender que tiene el hombre y la Humanidad. La forma de esta inclinación a la agresividad deriva del estilo de vida. La incorporación del niño a su primer ambiente, es el primer acto creador que realiza impulsado por su sentimiento de inferioridad. Esta incorporación, distinta en cada caso es interpretado luego como forma de vida que parece prometer seguridad y separación. La dirección del desarrollo del individuo y de la comunidad  está preestablecida por el grado de sentimiento de comunidad. El hecho de que aun hoy estemos obligados a laborar por el incremento del sentimiento de comunidad se debe al grado todavía muy insuficiente de nuestra evolución. No cabe duda alguna de que las generaciones venideras habrán incorporado a su vida sentimiento de comunidad como nosotros tenemos incorporadas nuestra marcha erecta.
Aquellos que no comprenden el “ama a tu prójimo”, su sentimiento de inferioridad busca contrapeso en el convencimiento de la falta de valor de los demás.
Las graves situaciones de la vida, tales como peligros, necesidades, decepciones, penas, pérdidas y toda especie de presiones sociales han de considerarse casi siempre a la luz del sentimiento de inferioridad.  Exaltarse, estallar en cólera, asco, desden, puede verse el resultado de un activo estilo de vida impuesto por el objetivo de superioridad y aguijoneado por el sentimiento de inferioridad. La falta de preparación para enfrentarse con cualquier problema de la vida puede obedecer en todo caso a un insuficiente desarrollo del sentimiento de comunidad, cualquiera sea le nombre que queramos darle: solidaridad, cooperación o incluso ideal del Yo.
La conmoción anímica debida a los trastornos corporales contribuye a señalar otros caminos. Estos trastornos corporales causan un desorden pasajero o permanente en todo el organismo, se localizan en aquellos puntos del organismo que a causa de una inferioridad congénita o de una sobrecarga de atención responden más intensamente al trastorno anímico. Todo esto viene a confirmar que normalmente las funciones de las glándulas de secreción interna, tiroides, suprarrenales, hipófisis y glándulas genitales se hallan bajo la influencia del mundo circundante y “responden” siempre a las impresiones psíquicas, según la intensidad con que subjetivamente experimentadas y en correspondencia con el estilo individual de vida a fin de restablecer el equilibrio corporal. Otro tipo de movimiento distinto de la “actitud vacilante” y que también delata sentimiento de inferioridad, es el de rehuir total o parcialmente cualquier problema de la vida. Es total en la psicosis, el suicidio y toxicomanías.
El complejo de inferioridad, esto es, el fenómeno permanente de las consecuencias del sentimiento de inferioridad, la fijación de éste se explica por una disminución considerable del sentimiento de comunidad. El complejo de inferioridad resultará comprobable  a través de (para la PS Individual) esclarecimiento de los recuerdos más lejanos de la infancia, nuestra experiencia en torno al estilo de vida, influencia ejercida por la familia (serie de hermanos y hermanas)  y la interpretación de los sueños.
En el Complejo de inferioridad la conducta sexual y la evolución individual son sólo una parte de la totalidad y se hallan englobadas en dicho complejo.

Capítulo 7: El complejo de Superioridad:
La tendencia a la Superioridad es también la causa de que el individuo se mantenga en su línea de retirada ante el problema de la comunidad. Se trata de individuos que desde su infancia, han crecido sin verdadero sentimiento de comunidad y que casi  no se han ocupado más que de su persona, de su propio placer o dolor. Se puede distinguir entre tales individuos 3 tipos: 1. personas en las que la esfera del pensamiento domina por completo todas las demás formas de expresión. 2. los hombres con un exceso enorme de vida emocional e impulsiva. 3. el tercer tipo se desenvuelve más bien en el sentido de la actividad.
Cualquiera que rehúse el cumplimiento de sus obligaciones vitales impone a la comunidad humana una tarea haciéndola objeto de una explotación. La falta de colaboración de los unos ha de ser compensada por un mayor rendimiento de los otros dentro de la familia o de la sociedad.
El afán de superioridad es opuesto a toda colaboración. Su “sentido común” está sustituido por una “inteligencia individualista”. Ve al niño mimado como un parásito que tiende de continuo a vivir a expensas de los demás. Desde el punto de vista del sentimiento ideal de comunidad, toda desviación parece como un ardid que apunta al objetivo de superioridad personal.
El complejo de superioridad, aparecen general claramente caracterizado por determinadas actitudes y rasgos de carácter y `por la propia atribución de dotes y cualidades sobrehumanas. Asimismo puede delatarse a través de exageradas pretensiones respecto a sí mismo y a los demás. (Vanidad, extravagancia, snobismo, etc.).
La mayoría de los hombres y de las mujeres son susceptibles de rendir culto a la fuerza y a la propiedad, unos en actitud de admiración pasiva, otros con aspiraciones esperanzadoras. La mujer está más distante, del logro de estos ideales de civilización.
También el saber es poder, frente a las inseguridades de la vida no se ha encontrado ninguna solución mejor que el afán de poder. A lo argo de toda la historia del arte sólo resuena la voz masculina, la mujer actúa como representante del hombre y, por lo tanto, como personaje secundario. En dos géneros de arte: teatro y danza, la mujer puede mostrarse como tal y por esto ha alcanzado en ella éxitos supremos.

RESUMEN DEL LIBRO:
PRÁCTICA Y TEORIA DE LA PSICOLOGIA DEL INDIVIDUO:  Dr. Alfred ADLER.

Capítulo 1: La Psicología del individuo. Sus premisas y sus resultados.
El pensamiento subjetivo y la intuición parecen eliminados, los puntos de vista buscan comprender la vida biológicamente, pero también psicológica y filosóficamente, abrazando todas sus variantes n un único nexo. Esto es lo que intenta hacer la corriente a la que he denominado “psicología comparada del individuo”. A partir de la premisa de la unicidad de la individualidad, procura crear la imagen de la personalidad unitaria como una de las variantes de las expresiones vitales singulares y de sus formas expresivas.
Si conozco el objetivo de una persona sé, aunque sólo aproximadamente, que sucederá. Me hallaré n condiciones de inferir movimientos parciales que han de seguir, verlos en su nexo, corregir y adaptar continuamente mi conocimiento psicológico aproximativo de los nexos.  El propio sujeto no sabía que hacer de sí, si no tendiera hacia un objetivo.
Una regla que acompaña al desarrollo de todo acontecimiento psíquico: no estamos en condiciones de pensar, sentir, querer, obrar sin tener un objetivo en nuestra mente. El admitir un objetivo en al vida psíquica está de acuerdo con la realidad. Todos los fenómenos psíquicos reciben su dirección de un objetivo preestablecido. Todos estos objetivos preliminares, observables independientemente, caen bajo el dominio de un objetivo final ficticio, de un “fin” pensado como fijo y definitivo.
Otra tesis: no puede captarse o comprenderse ningún fenómeno psíquico en vista a la comprensión de una personalidad- sino como preparación para un objetivo. La meta final nace, consciente o inconcientemente, en cada individuo, pero nunca es comprendida en su verdadero significado.
Nuestra ciencia exige un procedimiento estrictamente individualizador y no gusta, de las generalizaciones. Una vez comprendido el objetivo de un movimiento psíquico o de un plan de vida, cabe esperar una completa congruencia entre cada uno de los movimientos parciales, de una parte y el objetivo y el plan de vida, de otra. 
Los movimientos parciales, al ser comprendidos, deben reflejar en su conjunto un plan de vida unitario y su objetivo final. Con independencia de la disposición, del ambiente y de la experiencia, detrás de las fuerzas psíquicas subyace una idea directriz. De este tender hacia un objetivo que el individuo establece para sí, resulta la unidad de la personalidad.
En la descripción será inevitable incurrir en ese error que nos está severamente prohibido en la práctica: acercarnos a la vida psíquica individual equipados con un esquema rígido, tal como lo hace la esuela de Freud.
Quiero exponer los más importantes resultados de nuestras investigaciones sobre la vida psíquica, debemos advertir que la dinámica de la vida psíquica, se encuentra por igual tanto en las personas sanas como en las enfermas. Lo que distingue al neurótico es una reforzada “tendencia hacia la seguridad”.
Un objetivo humano general, la premisa fundamental para una mejor comprensión de cualquier movimiento psíquico, es que ellos tienden a un objetivo de superioridad. Siempre se halla conducido por su afán de superioridad, de sentirse semejante a Dios. En el amor, en la elección profesional e inclusive el suicida ansioso de venganza, pregusta su triunfo definitivo sobre las dificultades. Para lograr la posesión de un objeto o persona, se pueden tomar diferentes caminos: camino recto, darse a la obra con orgullo, prepotencia, obstinación, crueldad y coraje; o bien se puede seguir el camino rodeos, combatir por las propia causa mediante la obediencia, el sometimiento, la prudencia y humildad. Todos estos rasgos de carácter tampoco tienen existencia independiente; ellos también responden al plan de vida individual del cual constituyen sus armas más importantes.
Este objetivo de la superioridad absoluta no es alcanzable en este mundo, pertenece al dominio de las ficciones o fantasías, si bien por si mismas carecen de sentido, tienen la máxima importancia para nuestra conducta. Este objetivo ficticio de superioridad constituye la premisa fundamental de nuestra vida, dicta nuestra actitud, nos da seguridad, construye y guía  nuestro hacer y obliga a nuestro espíritu a prever y perfeccionarse. En su aspecto negativo: imprime a nuestra vida una orientación hostil y combativa. Quien persigue este objetivo de igualación, como quien toma al pie de la letra, pronto se verá forzado a desviarse de la vida verdadera y a comprometerse en la búsqueda de una existencia lateral, en el arte, en la vida piadosa, neurosis o el crimen.
Si cada uno tiene un ideal de superioridad, tendrán que observarse fenómenos orientados a suprimir y disminuir a los demás: intolerancia, prepotencia, envidia, malignidad, sobrevaloración de sí mismo, jactancia, desconfianza, avaricia, todas aquellas manifestaciones que supone la lucha, se verán aparecer rasgos de orgullo, de emulación, valentía, salvar, dar y guiar a los demás. En especial en las personas neuróticas, los sentimientos hostiles se hallan a menudo tan ocultos que, justificadamente, su poseedor podrá sorprenderse o irritarse si alguien se los señalase. El afán de poder se desarrolla en forma encubierta, procurando imponerse secreta y astutamente, a través de los cauces que le impone el sentido social.
Modelados por el ambiente, en el niño se forman y entrenan todos los futuros rasgos característicos de la persona.
Jung y Freud han juzgado más tarde, erróneamente, que este factor neurótico de máxima importancia se encuentra en tipos congénitos y lo han interpretado el uno como “introversión” y el otro como “narcisismo”. El neurótico tiende a reforzar sus seguridades y a alejarse lo más posible del peligro.
Un factor  fundamental de la dinámica psíquica: el de la capacidad, por el momento inevitable, del aparato psíquico, para posibilitar la adaptación y expansión en la realidad mediante el recurso artístico de fijarse un objetivo. Si se rastrea hasta la infancia la génesis de la agresividad, el niño afectado durante todo el proceso de su desarrollo por un sentimiento de inferioridad frente a sus progenitores y al mundo. La imperfección de sus órganos, su inseguridad, su estado de dependencia, su necesidad de apoyarse en los más fuertes y de su subordinarse a los otros le nace aquel sentimiento de insuficiencia que traduce en todas las actividades vitales. A este sentimiento de inferioridad se debe esa constante inquietud del niño, su ansia de actividad, deseo de representar algo, su necesidad de medir las propias fuerzas, así como su entrenamiento para el futuro con todos los preparativos físicos y psíquicos inherentes. La educabilidad del niño depende de este sentimiento de inferioridad. Este objetivo será eregido a mayor altura, cuanto más clara y prolongadamente  haya sentido su inseguridad, cuanto más haya sufrido  a causa de alguna debilidad física o mental, igual si ha pasado una situación humillante. En cada nuevo objetivo siempre cree poder asegurar su triunfo.
Metas sobreviriles: en nuestra cultura de orientación masculina, las niñas como los niños se creerán obligados a especiales esfuerzos y artificios. La meta de esta visión de la vida es lograr el refuerzo del sentido de la realidad y de la responsabilidad y la sustitución de la animosidad latente por una benevolencia recíproca. Tal meta sólo podrá alcanzarse por un desarrollo conciente del sentimiento de comunidad y una renuncia consciente al afán de poder.

Capítulo 6: Tratamiento de la Neurosis por la psicología del individuo.
Etiología:
A)           Sentimiento de inferioridad y compensación.
Demostré que las anomalías constitucionales congénitas no deben considerarse sólo como fenómenos degenerativos, pueden dar lugar a un rendimiento y sobre rendimiento compensatorios. Tal esfuerzo psíquico compensatorio se encauza muchas veces sobre nuevas vías, para superar las situaciones difíciles de la vida, resulta sobremanera adecuado para cumplir a la perfección la función de enmascarar un déficit del cual se tiene conciencia. El modo más difuso con el que intenta ocultar un sentimiento de inferioridad oriundo de la primera infancia, consiste en construir unas superestructura psíquica compensatoria que intenta darse superioridad en la vida: orgullo excesivo, postura exageradamente precavida provocan un alejamiento de la normalidad. Todas las maniobras y todos los “arreglitos”, lo rasgos de carácter y síntomas neuróticos. Revela siempre a una persona que intenta valorarse, que aspira imponerse; que a partir de un sentimiento de inferioridad, procura imponerse con una superioridad casi divina sobre el ambiente que lo circunda.
El sentimiento de inferioridad aun cuando no da origen a la neurosis, es su consecuencia. Esta demostración y todos sus “arreglitos” inherentes resultan muy necesarios:
1-            para servir de pretexto, cuando la vida niega el deseado triunfo.
2-            Para permitir soslayar toda decisión
3-            Para poder hacer resplandecer las metas eventualmente alcanzadas, pues se alcanzaron “a pesar de los sufrimientos”
Otra característica más: la de liberarse de un sentimiento de debilidad y alcanzar lo alto.
A todo rasgo anímico suyo  que sienta como “femenino” (pasividad, obediencia, ternura, afectos, etc.) intenta imprimirle una exagerada dirección hacia la “masculinidad”: desarrollando odio, egoísmo y buscando el triunfo de toda relación humana. La fórmula: quiero ser masculino en todo y sobre todo- aspiración compensatoria de un sentimiento de inferioridad fundamental que el sujeto experimenta como femenino.
2 puntos como premisas inconscientes de la tendencia neurótica hacia un objetivo:
1- la relación humana es una pugna por lograr una posición de superioridad.
2- el asentimiento femenino es experimentado por el neurótico como inferior, y las reacciones contra él le sirven como medida de la fuerza masculina.
Estas dos premisas inconscientes hacen que todas las relaciones humanas resulten deformadas y envenenadas, que se manifiestan sorprendentes intensificaciones de afectos y perturbaciones emocionales. El síntoma viene a sustituir al exagerado afán neurótico de superioridad. Es así como un neurótico compulsivo está pertrechado con principios, leyes y prohibiciones, que en apariencia lo limitan, pero que, en realidad, le confieren a su sentimiento de personalidad un poder semejante al de Dios.

B)            El “arreglito” de la neurosis

El sentimiento de inferioridad  impulsa al paciente a asignarle a sus aspiraciones un objetivo que va más allá de toda medida humana. La vida psíquica neurótica se encuentra siempre como superestructura sobre una situación infantil peligrosa.
Próximos a estos “temores” que crean las seguridades necesarias al exaltado ideal de personalidad y a las vías neuróticas que conducen a ellas, se encuentran muchas veces “expectativas” excesivas, cuyas inevitables desilusiones producen afectos intensificados, dolor, odio, descontento, celos, etc. La importancia del amor en la vida humana, y la búsqueda neurótica de afectos sobrehumanos y de in sobrehumano prestigio ene l amor, hacen que el “arreglito” de la expectativa desilusionada se manifiesta con frecuencia, del propio compañero.
Una tercera construcción para evitar una derrota y un grave sentimiento de inferioridad, la constituye la anticipación de sensaciones, sentimientos, percepciones e intuiciones que anexadas con circunstancias amenazantes adquieren significación preparatoria, de advertencia, en los sueños, hipocondría, melancolía, manías de las psicosis en general, neurastenia y alucinaciones. Ej., el sueño recurrente de los niños neuróticos.
Individuo + experiencia + exigencias de vida = neurosis. Herencia, estructura física (clínica)=, componentes sexuales (Freud).
Una forma convincente sería la siguiente:
Valoración (Individualidad + Experiencia + Ambiente) + X = ideal personal de superioridad, la X equivale a “arreglito” y elaboración tendenciosa del material de la experiencia, rasgos del carácter, afectos y síntomas.
El único punto fijo (o considerado como fijo) es el ideal personal de superioridad.  El plan de vida del neurótico sólo se forma por la compulsión a ocupar una posición de superioridad.
El objetivo de superioridad, espoleado por el sentimiento de inferioridad, impele todo su querer, pensar, sentir y obrar hacia ese terreno extraño a la realidad que llamamos neurosis. Los síntomas “arreglados” por el objetivo final son las formas de expresión de la dictadura del orgullo. El orgullo se ubica detrás del paciente y lo impulsa hacia adelante, tras las inevitables derrotas, se instala delante y lo hace retroceder.
C)          Tratamiento psíquico de la neurosis
La parte más importante de la terapia es la de descubrir el oculto plan de vida del individuo neurótico. Los enfermos muestran la misma actitud, según su plan de vida, adoptado frente a las personas que integraban sus primeros ambientes. El paciente muestra la misma constelación de sentimientos que tiene frente a `personas que estima.
A causa de su oculto afán de superioridad, el paciente ha abandonado el tratamiento, o con el agravamiento de sus síntomas, ha creado una situación insostenible. Importante es la necesidad de sacar al paciente de todo refugio de aseguramiento contra la lucha.
El terapeuta se pone a disposición de un modo cooperativo, como colaborador. Ávido de superioridad el paciente explotará las obligaciones del terapeuta, inclusive en lo tocante a la duración del tratamiento, a fin de provocar su fracaso. Las condiciones entre ambas partes, deben ser reguladas pronto y mantenidas. Es una gran ventaja si el paciente se confía al psicólogo. El terapeuta debe mantener la discreción más absoluta. Los “arreglitos”, al igual que fuentes subjetivas de errores, se encuentran en la línea que conduce a la sensación de una superioridad cualquiera. Esos errores son explotados y mantenidos porque aguzan el sentimiento de inferioridad y suministran así un estímulo y un incentivo para ulteriores precauciones. Estos defectos, y la tendencia a ellos, deben ser llevados a la visualización del paciente. Es necesario dirigir la atención del paciente sobre su primitivo esquema de percepción, desenmascararlo como inmaduro, insostenible, subordinado a la tendencia a mantenerse en combate.
Cuanto más avanza la mejoría, tanto más violentos serán los esfuerzos del paciente encaminados a sabotear los resultados. Las relaciones hostiles que los familiares del paciente tienen frente al terapeuta siempre me han parecido ventajosas y a veces, con cierta cautela, inclusive intento provocarlas. Toda la tradición familiar del paciente es igualmente neurótica, es factible beneficiar grandemente al paciente poniéndola al descubierto y usándola como Ej. La curación del paciente no puede ser sino obra suya.

RESUMEN DEL APUNTE: TEORIAS DE LA PERSONALIDAD. Bárbara Engler. Cáp. 4.
ALFRED ADLER.
Eligió el término psicología individual, estaba interesado en investigar la unicidad de la persona. El individuo era indivisible y que debía ser estudiado como un todo. Sostiene que entender a un individuo en particular implica comprender su actitud en relación con el mundo. Para Adler, la persona humana surgió como una criatura social y cultural en lugar de cómo una criatura sexual. De acuerdo con Adler, estamos motivados por intereses sociales y nuestros problemas vitales primarios son sociales-.

Antecedentes Biográficos
Adler, es el segundo de seis hijos de un mercader exitoso, nació en 1870 y fue criado en un suburbio de Viena.
Describió su infancia como difícil e infeliz, sufrió raquitismo, por lo que era desmañado y  torpe.
Al principio recibió toda la atención de sus padres, pero cuando su hermano menor nació, sintió que su madre transfirió su atención hacia él, y se sintió desplazado, volviéndose hacia su padre, quien lo favorecía y esperaba grandes cosas de él.
Algunos acontecimientos que sufrió de niño, le hizo temer a la muerte, tuvo neumonía, lo que despertó su interés por la medicina.
Fue un estudiante promedio, un profesor no tenía fe en él, pero igualmente pudo superarse en la escuela, especialmente en matemáticas, que era lo que le había dado mayor dificultad.
A pesar de sus incapacidades físicas, desarrolló valor, interés social y un sentimiento de ser aceptado en los juegos por otros niños, era alegre en la compañía de otros niños.
Su físico débil y sus sentimientos de inferioridad, fueron determinantes en sus conceptos de inferioridad orgánica y la lucha por la superioridad.
El hecho de ser segundo hijo, se reflejó en su interés en la constelación familiar y en la posición ordinal del nacimiento.
Se esforzaba por llevarse bien con los demás, lo que se reflejó en su convicción de que el ser humano es un animal social y cultural, y en el concepto adleriano de interés social.
Estudió medicina en la Universidad de Viena, donde Freud había recibido su entrenamiento médico, siendo primero especialista ocular, después médico general y más tarde neurólogo y psiquiatra practicante.
En 1902 fue invitado por Freud a unirse a un grupo para discusiones semanales sobre el psicoanálisis, lo que más tarde fue la Sociedad Psicoanalítica de Viena, siendo Adler el primer presidente.
Nunca fue estudiante de Freud, ni psicoanalizado por él, desde el principio tuvo puntos de desacuerdo con el psicoanálisis, diferencias que fueron cruciales en 1911, y a pesar de haber sido invitado a exponer su perspectiva ante la sociedad, sus opiniones fueron reprobadas, por lo que renunció.
Fundo su propio grupo y atrajo a muchos seguidores.
Sirvió en el ejército austriaco durante 1ª guerra mundial, asesoró al gobierno en el establecimiento de clínicas de guía infantil en Viena, visitó EE.UU. con frecuencia y fue a vivir allí en 1935, fue profesor de psicología médica y murió en 1937 de un ataque cardíaco a los 67 años de edad.
Motivos por los cuales se produce la ruptura entre Adler y Freud.
Las relaciones entre Adler y Freud fueron complejas, aunque durante algunos años el primero concedió al segundo un crédito intelectual prácticamente ilimitado, pero Adler siempre mantuvo con Freud una actitud más de crítico que de discípulo.
Adler ponía en algo ajeno a la sexualidad a la hora de enfrentarse a la etiología de las neurosis.
Sus preocupaciones por las minusvalías, derivan de su experiencia personal por las insuficiencias somáticas, enfermedades y el orden de su nacimiento. A pesar de todo lo que padeció nunca se resignó a ser un inválido, luchó concienzudamente por superarse físicamente, además de compensar sus sentimientos de inferioridad estudiando y leyendo abundantemente.
Aunque al principio estuvo aparentemente de acuerdo con las ideas freudianas, siguió ahondando en su visión personal de la psicología y psicopatología, marcando en todas sus intervenciones en la Sociedad Psicológica de los Miércoles el papel de lo orgánico en la organización de la personalidad, al margen de lo sexual, así como la influencia de lo social.
En base a esto Adler cuestionaba la tesis freudiana nuclear, según la cual el desarrollo humano se basa en lo sexual y en sus conflictos inconscientes, proponiendo que el desarrollo normal y anormal era fruto de los intentos por compensar sentimientos de inferioridad, dando mucha importancia a los impulsos agresivos, que más tarde se convertirían en protesta masculina y por fin en afán de poder.
La teoría libidinal freudiana estaba asentada en el marco de la teoría de la evolución de la adaptación de Darwin, y demás, Adler no aceptaba la mayor parte de estos presupuestos, insistiendo en la primacía de lo cultural y del poder creativo del ser humano, dejando en un segundo plano lo hereditario, lo constitucional, lo fisiológico y lo pulsional. El factor decisivo de cada vida era para él, el principio del movimiento, o sea el modo en que cada individuo llega a la solución de sus problemas. Adler creía en la conducta intencional dirigida a metas u objetivos, cuya esencia estaría en el deseo de ser superior o adquirir poder.
Aunque las discrepancias teóricas tuvieron mucho que ver con la ruptura entre Adler y Freud, también hubo razones de la política del grupo psicoanalítico.
Luego de algunas treguas, discusiones, en febrero de 1911 Adler renunció a su cargo de presidente de la Sociedad Psicoanalítica de Viena, renunciaron otros colegas que después pasaron a fundar la Liga para la Investigación Psicoanalítica Libre (1912), llamándose al año siguiente Sociedad de Psicología Individual.
Adler describió al hombre como un sistema finalista con el objetivo de la autorrealización y la supervivencia social.
Fundamentó su doctrina en los principios de la filosofía fenomenológica, según los cuales la psique humana está organizada de acuerdo con estructuras totales, más comprensibles que estrictamente explicables, destacando las influencias procedentes de la esfera consciente.
En este sentido, la noción de individuo se opone a la de análisis, dado que literalmente significa lo indivisible, y aparte de otras cuestiones, deja poco espacio a la noción de inconsciente: en efecto, el dualismo consciente-inconsciente tiene escasa cabida en la psicología adleriana.
En su concepto del yo creativo, Adler restituyó a la conciencia al centro de la personalidad, él creía que nos percatamos de todo lo que hacemos y que por medio de la autoexaminación, podemos entender porque nos comportamos de cierta forma, y las fuerzas de las que no nos percatamos simplemente pasan inadvertidas, no son sumergidas en un mar de represión.
Esta opinión estaba en contraste directo con la de Freud, y aunque Adler no negaba las fuerzas del inconsciente, las minimizaba reduciéndolo a una simple inconsciencia temporal.
Según Adler Freud ofrecía a sus seguidores la esperanza de ser capaces de sobrellevar o vivir sin un temor paralizante hacia los conflictos inconscientes, pero nunca ofreció la liberación de éstos.
Al restablecer la conciencia al centro de la personalidad, coronando de nuevo al rey que Freud había luchado por destronar, Adler despertó la furia de Freud, porque según Freud Adler estaba alentando exactamente la misma ilusión que él había buscado destruir.

Interés social
Dentro de la psicología individual de Adler, pone su énfasis en la importancia de la cultura y la sociedad humana, crucial para el desarrollo de la personalidad de un individuo y la orientación de cada una y todas las conductas y emociones en la vida de una persona.
Todos los seres vivientes somos impulsados por ciertos instintos, impulsos o necesidades innatos (Ej. conservar la vida, reproducirse, etc.). Los humanos han domado sus instintos, subordinando sus actitudes hacia el ambiente, a veces niegan o desobedecen sus instintos naturales debido a sus relaciones sociales.
Esta actitud de moldear la expresión instintiva sugiere que subyacente a todos los demás instintos y necesidades está la característica innata del interés social (1939)
El interés social Es la característica innata del interés social subyacente a todos los demás instintos y necesidades.
  • se refiere al impulso en la naturaleza humana para adaptarse a las condiciones del ambiente social.
  • se expresa de manera subjetiva en la conciencia de un individuo de tener algo en común con otras personas y de ser uno de ellos.
  • Se expresa de manera objetiva en la cooperación con los demás hacia el mejoramiento de la sociedad humana.
  • la característica social innata, no surge de manera automática ni encuentra en forma invariable expresión constructiva
  • debe ser cuidada y cultivada en la infancia si los niños pequeños han de lograr un cumplimiento adecuado de las demandas complejas de la sociedad y han de trabajar hacia su perfección (Lewis 1991).

Finalismo
El movimiento de todos los seres vivos es gobernado por objetivos, no podemos pensar, sentir, tener voluntad o actuar, excepto con la percepción de algún objetivo.
Si conocemos el objetivo de una persona, comenzamos a entender en una forma general la conducta del individuo.
Cuando una persona se comporta de una cierta manera, nos preguntamos porqué. Los esfuerzos anteriores por responder esta pregunta habían enfatizado las explicaciones materiales y mecánicas. Freud sostenía que no es suficiente buscar causas fisiológicas, que debemos tratar de entender los motivos psicológicos que subyacen a los acontecimientos conductuales.
Sin embargo Freud fue engañado por el principio de causalidad al considerar estos motivos como anteriores y buscar en el pasado la explicación de toda la conducta humana.
Adler enfatizó la determinación de la conducta humana al reconocer que la fuerza motivacional de toda acción humana es el objetivo u orientación futura de esa acción.
Para Adler el objetivo que persigue el individuo es el factor crucial, y llamó a este concepto de orientación hacia un objetivo el principio del finalismo.
Adler sugirió que muchos de nuestros objetivos guiadores son ficciones, no toma ficción como falsedad, es más indicó que no podemos saber si nuestros objetivos son verdaderos o falsos, debido a que no hay manera de probarlo en forma científica.
Toma ficción de la raíz latina fictio “inventar, moda, construir”.
Somos incapaces de tener un entendimiento completo de las cosas como son en realidad, así que estructuramos nuestra propia idea de la realidad.
Las ficciones son interpretaciones de un individuo o grupo de los acontecimientos del mundo. Son supuestos filosóficos.
Se puede asumir que “es mejor decir la verdad, que el trabajo duro al final se retribuirá, etc.” estos son finalismos ficticios.
Una ficción puede ser saludable o enfermiza, pero es inapropiado juzgarla como verdadera o falsa, más bien el objetivo debe ser juzgado de acuerdo con su utilidad.
Por ejemplo, la creencia en una deidad y el deseo de servirle ha sido una ficción valiosa para algunos, y la creencia en Dios y el deseo de complacerlo en otros ha tenido un efecto perjudicial.
Las personas saludables examinan en forma continua la efectividad de sus ficciones y alteran sus objetivos cuando ya no son útiles, mantienen sus ficciones en un estado de flujo a fin de satisfacer las demandas de la realidad.

Lucha por la superioridad
La psique tiene como su propósito primario el objetivo de la superioridad, este finalismo ficticio por el que todos luchan es el último, y da unidad y coherencia a la personalidad.
La dinámica esencial de la naturaleza humana estriba en su lucha por la superioridad.
Superioridad, no en el sentido de sobrepasarnos unos a otros en categorías o posición.
El impulso de la Superioridad implica el deseo de ser competente y efectivo en cualquier cosa que cada individuo luche por hacer.
Superioridad es similar en Jung a autorrealización.
La pugna por la superioridad es innata, según Adler, la vida no es motivada por la necesidad de reducir tensión o restaurar equilibrio como dice Freud, él piensa que la vida es alentada por el deseo de moverse de abajo hacia arriba, de menos a más.
Este movimiento implica adaptarse uno al ambiente y dominarlo, y la forma en que cada uno emprende esta búsqueda son determinadas por la cultura, la propia historia única del individuo y su estilo de vida.

Sentimientos de inferioridad
La lucha por la superioridad surge debido a que como seres humanos nos sentimos inferiores, tiene su origen en el ambiente de la infancia. Recién nacidos somos inmaduros, incompletos, somos dependientes casi por completo de otras personas. Los sentimientos de inferioridad reflejan un hecho de la existencia.
Este concepto se le ocurrió a Adler con su práctica médica. Hipotetizó que si nacemos con un órgano potencialmente débil, esta “inferioridad de órgano” puede tener efectos profundos tanto en el cuerpo como en la psique. Puede presentar un efecto perjudicial y conducir a logros óptimos. Adler denominó a la compensación de las inferioridades, la protesta masculina. En esa época asoció a la inferioridad con la feminidad. La  inferioridad es una condición de la existencia que afecta a los hombres y mujeres por igual. Adler se convirtió en unos de los primeros defensores de la liberación de las mujeres. La preeminencia excesiva de la hombría en nuestra cultura conduce a las mujeres a formas enfermizas de compensación o resignación y alienta a los hombres a despreciar de modo insensato y evitar a las mujeres. Adler creía que la masculinidad exagerada tiene un impacto negativo en hombres y mujeres por igual. Recomendó el cultivo de la camadería y la educación para la cooperación entre los sexos. Sus ideas son confirmadas en la actualidad por la investigación sobre los papeles sexuales y la influencia de la educación.

Estilo de vida
Cada individuo busca desarrollar superioridad y afrontar el ambiente de una manera única, esto es el estilo de vida.
El estilo de vida se desarrolla muy temprano en la infancia (5 años).
El estilo de vida resulta de la combinación de dos factores:
  • orientación hacia el objeto interno del individuo con sus finalismos ficticios
  • las fuerzas del ambiente que ayudan, impiden o alteran la dirección del individuo.
Cada estilo de vida individual, es único por las influencias que reciben del yo interno y sus constructores, ni siquiera dos gemelos pueden tener un idéntico estilo de vida.

Orden del nacimiento
Factores que conducen a estilos de vida diferentes: posición ordinal del nacimiento y las experiencias diferentes en la infancia. Adler no postuló ninguna etapa del desarrollo como Freud, sino que enfatizó la importancia de la atmósfera y constelación familiar, posición del individuo dentro de la familia -orden del nacimiento entre hermanos- , presencia o ausencia de padres y otros cuidadores.
Los niños mayores: tienden a ser más inteligentes, orientados hacia le logro, conformes y afiliativos, tratan de recuperar la atención que perdieron con los hijos menores, orientados al pasado, muestran un alto grado de interés por el poder, deseo de ejercer la autoridad, conducir o proteger, ayudar a los demás. Adler describió así a Freud.
Segundo hijo, pude sentir la necesidad de acelerar y alcanzar al primero, son susceptibles de ser competitivos y ambiciosos, a menudo superar al primogénito en logros y motivación, no están tan interesados por el poder.
Nacido último: son más sociables y dependientes, pueden luchar por la superioridad y excelencia para superar a sus hermanos mayores. Si es consentido, mimado pude continuar un estilo de vida desvalido, dependiente hasta la edad adulta.
Los hijos únicos tiende a ser como el primero, ya que son el centro de atención, tienden a madurara más rápido y adoptar conductas del tipo adulto, también tienen probabilidad de ser muy mimados. Adler consideraba el consentimiento como “la maldición más grande de la infancia”.
Los hijos intermedios muestran una combinación de las características de los mayores, menores. Si los niños están espaciados por varios años, tienen más de las características de hijos únicos.

Atmósfera familiar
La calidad de las relaciones emocionales entre miembros de la familia refleja la atmósfera familiar, la cual determina si el niño v a reaccionar de manera activa o pasiva, constructiva o destructiva, en la búsqueda hacia la superioridad.  Adler pensaba que si eran consentidos o descuidados estarían predispuestos en forma particular a un estilo de vida imperfecto.
Niño mimado: privado de volverse independiente, difícil para el niño desarrollar sentimientos sociales y convertirse en un miembro de la sociedad y la cultura, crece con desagrado por el orden y desarrolla una actitud hostil hacia él.
Niño descuidado: tiende a sentir indeseado y rechazado, se le niega el derecho de un lugar en el orden social, despierta la resistencia en el niño, sentimientos de inferioridad, tendencia a aislarse.

El yo creativo
Establece, mantiene y `persigue los objetivos del individuo. Este concepto de Adler enfatizó su creencia de que la naturaleza humana es en esencia activa, creativa y determinada al moldear su respuesta al ambiente, también refuerza la afirmación de que los individuos hacen sus propias personalidades según su herencia y ambiente. En este concepto Adler restituyó a la conciencia el centro de la personalidad. La opinión de Adler  respecto a la conciencia estaba en contraste directo con la de Freud, reducía al inconciente a una simple inconciencia temporal. Para él la persona podía lograr el control conciente de su conducta, ser concientes de sus impulsos y finalismos ficticios más profundos y con intención conciente crear sus propias personalidades y estilos de vida que logran sus objetivos más elevados. La opinión de Adler es opuesta al de Freud, éste nunca ofreció la liberación de los conflictos inconcientes. Adler al poner la conciencia en el centro despertó la furia de Freud.

Psicoterapia adleriana.
Las neurosis según Adler implican objetivos vitales irreales o finalismos ficticios.  Los neuróticos eligen estilos de vida inapropiados como medio para alcanzar sus objetivos, los neuróticos tiende ha sobrecompensar. La compensación implica suplir o vencer una debilidad. Los términos de Adler “complejo de inferioridad” y “complejo de superioridad”, frases que se han hecho comunes en nuestro vocabulario, también describen patrones neuróticos.
La terapia adleriana aspira a restablecer el sentido de realidad del paciente examinando y revelando los errores en los objetivos y el estilo de vida y cultivando el interés social. Adler no estableció reglas o métodos estrictos para el tratamiento, creía que el estilo de vida del paciente debía determinar el procedimiento. Abandonó el uso del diván, sugirió que el paciente se sentara frente al terapeuta y redujo la frecuencia de las sesiones entre paciente y doctor a una o dos veces por semana. Primer objetivo: establecer contacto con el paciente y ganar su confianza. Segundo: el terapeuta busca revelar los errores en el estilo de vida del paciente y proporcionar insight sobre la condición presente, busca alentar al paciente para que enfrente los problemas presentes y desarrolle medios constructivos para tratar con éstos. El terapeuta no adopta decisiones o asume responsabilidades por el paciente pude estructurar o sugerir situaciones que ayudarán a cultivar las propias habilidades del paciente. Estos permiten al paciente volverse más valeroso y aceptar las tareas y responsabilidades nuevas. El terapeuta es un instructor que reeduca al neurótico en el arte de la vida constructiva.
Adler tuvo una influencia tremenda sobre el psiquiatra Harry Sullivan, quien desarrollo el concepto muy importante de observación participativa, refiriéndose al hecho de que un observador de una relación interpersonal también participa de ésta. Sullivan acuñó una de las palabreas usuales más recientes de la actualidad – codependencia-.
Basándose en la educación, creía Adler, nuestro concepto innato y compartido de interés y justicia social podría hacerse florecer y proporcionar la forma final y más apropiada de compensación para nuestras debilidades individuales. Adler fue activo en clínicas de guía infantil y se involucró en la reforma penal. “se opuso de forma radical al tipo de terapia que enfatizaba de manera exagerada la independencia  y el egocentrismo”.

Evaluación e investigación en la teoría de Adler.
La teoría de Adler, se derivó de las observaciones clínicas. Adler puso mucha atención a la conducta no verbal de los pacientes así como a lo que decían. La comunicación o conducta no verbal es indicativa del estilo de vida de una persona. Adler se refirió al estudio del orden del nacimiento, recuerdos anteriores y sueños como las “tres puertas de entrada  la vida mental”, estas tres herramientas constituyeron las técnicas primarias de evaluación de Adler.
Adler creía que los recuerdos tempranos resumían con frecuencia las características esenciales de la perspectiva de un individuo hacia la vida. Por Ej., un estudio a más de 100 médicos, reveló que sus primeros recuerdos a menudo implicaban la evocación de una enfermedad y muerte. Los sueños están orientados hacia el objetivo en lugar de ser reflejos del pasado, revelan el estado de ánimo que deseamos sentir y sugieren cómo se podría enfrentar un problema o tarea futuros.

Teoría de Adler: filosofía, ciencia y arte.
El compromiso de Adler con un punto de vista filosófico es claro en su discusión de los finalismos ficticios. Los seres humanos para él, son organismos orientados hacia una meta y toda la conducta puede ser entendida en términos de contribución y adhesión a un objetivo. Las dificultades en la vida resultan de una filosofía y estilo de vida inapropiados. Al reconocer y cultivar la necesidad de justicia social, una persona cumple con su potencial último. Adler agregó la utilidad a los criterios para juzga los supuestos filosóficos: una filosofía es útil si fomenta la vida productiva y realza nuestras vidas. Adler no adoptó una perspectiva ambientalista radical ni sugirió que la personalidad sea modelada por completo por la sociedad. Hay fuerzas dentro del yo, como el impulso de superioridad y el yo creativo, que ayudan a moldear la personalidad.
Adler fue mucho más optimista que Freud respecto a las potencialidades humanas y sociales. Percibió a la naturaleza humana como flexible y cambiable. La tendencia de moverse hacia delante dentro del yo, el impulso de superioridad, implica que son impuestos muchos obstáculos para la maduración por la sociedad. A través del yo creativo, los seres humanos crean en gran parte sus propias personalidades. Adler imaginó la posibilidad de crear una sociedad mejor por medio del cultivo de nuestro interés social. Creyendo que a través del autoentendimiento y la educación podemos construir un mundo mejor. Al principio Adler se adhirió a la noción de determinismo, al final fue un defensor acérrimo del libre albedrío. El énfasis de Adler en las fuerzas sociales que desempeñan una parte en el moldeamiento de la personalidad influyó a teóricos psicoanalíticos sociales como K. Horney y E. Fromm. También  influyeron en la escuela de pensamiento humanista en la psicología. El concepto de Adler de interés social es en extremo significativo desde el punto de vista transcultural. Adler consideró al individuo preocupado no sólo con el yo sino con el mundo entero.

RESUMEN DEL APUNTE: HISTORIA DE LA PSICOLOGIA. Antonio Sánchez- Barranco Ruiz.
Cáp. 13 La psicología adleriana: La Psicología Individual.
La separación de Adler del psicoanálisis freudiano:
Jung y Adler: rebelión de ambos contra Freud, las ideas de uno y otro surgieron como enfrentamiento e intento de superación respeto de las que este último creó. La primera rama que se autonomizó fue la psicología individual de Adler, poniendo en primer plano el yo y ciertos impulsos ajenos a la libido. Freud le cursó a Adler, una invitación para formar parte del grupo científico que se reunía en su domicilio. Las relaciones entre Freud y Adler fueron complejas. Adler siempre mantuvo con Freud una actitud más de crítico que de de discípulo. Adler leyó en la Sociedad Psicológica de los Miércoles, “estudio sobre la inferioridad de los órganos”, fue cálidamente elogiado por Freud, no le gustaba mucho la expresión minusvalía la cual terminaría por se la piedra maestra sobre la que se erigiría la construcción teórica adleriana.
Para entender las preocupaciones de Adler por las minusvalías su experiencia personal es lo central: insuficiencias somáticas, raquitismo, neumonía, accidentes callejeros. Adler luchando por superarse físicamente, compensa sus sentimientos de inferioridad estudiando y leyendo abundantemente.
Adler cuestionaba sistemáticamente la tesis freudiana nuclear, según la cual el desarrollo humano se basa en lo sexual y en sus conflictos inconcientes. Los sentimientos de inferioridad los basó primero en la presencia de determinadas minusvalías orgánicas y posteriormente en el hecho de que el niño se siente en todo caso inferior al adulto y trata de igualarlo o superarlo.
Adler insiste en la primacía de lo cultural y del poder creativo del ser humano, dejando en segundo plano lo hereditario, constitucional, fisiológico y pulsional. Factor decisivo de cada vida, el modo en que cada individuo llega a la solución de sus problemas creándose así un peculiar estilo de vida, lo que implica u evidente teologismo, que a Freud le desagradaba. Adler creía en la conducta intencional dirigida a metas u objetivos, cuya esencia estaría en el deseo de ser superior o adquirir poder. Cuestiones políticas también influyeron dentro del grupo, Adler leyó el “ensayo la protesta masculina como problema nuclear de la neurosis”, Freud le planteó objeciones, ya que era un rechazo a la teoría del inconciente y de la libido, Freud opinó que no tenía nada original pues daba nuevos nombres a conceptos ya establecidos por él. Adler renuncia y funda la Liga para la investigación Psicoanalítica Libre (1912). Al año siguiente se llamaría Sociedad de Psicología individual. Adler fundamentó su doctrina en los principios de la filosofía fenomenológica, según los cuales la psique humana está organizada de acuerdo con estructuras totales, más comprensibles que estrictamente explicables, destacando las influencias procedentes
de la esfera conciente.

Breve apunte biográfico de Alfred Adler (1870-1937)
En 1912 presentó en la universidad de Viene “El carácter neurótico”, donde sus ideas quedan claramente explicitadas y diferenciadas de las de Freud. Adler siguió con su actividad clínica privada, 1er guerra mundial, se alista como psiquiatra, después de la guerra funda una clínica para la orientación de los problemas psicológicos de la infancia, logrando que sus ideas y terapia alcanzasen un notable arraigo en Europa y América. Tras la instalación de Hitler en el poder, Adler visitó Norteamérica, se estableció allí en 1935.

Características generales de la psicología individual.
La teoría de la personalidad,
La psicología adleriana está construida en función de tres conceptos básicos: los sentimientos de inferioridad, el impulso al poder y el impulso comunitario.
Adler rechazó la teoría freudiana de la libido sosteniendo que el desarrollo personal, tanto en su cara normal como anormal, era fruto de factores ajenos a la sexualidad.
Concretamente para él la personalidad se formaría a partir de los sentimientos de inferioridad, que primero pensó serían secundarios a ciertas minusvalías orgánicas y finalmente los hizo comunes a todos los hombres, por el hecho de haber sido niños.
Sentimientos de inferioridad: este complejo describe una insuficiencia real o imaginaria, física o psicológica, que crea una serie de derivados normales o anómalos. La fuerza dinámica que subyace a toda conducta humana es la lucha por la superación de tales sentimientos de inferioridad, buscando encontrar la totalidad y perfección.
Impulso al poder: la rebelión contra los sentimientos de inferioridad haría nacer el segundo factor influyente en el desarrollo personal, el impulso al poder, lo que puede llevar a una estructura caracterial sana o insana.
El impulso comunitario: si los sentimientos de inferioridad y el impulso de poder fueran las únicas fuerzas que actúan en el ser humano, la convivencia sería imposible, por lo que Adler estimó que también existiría un impulso a la sociabilidad, que suaviza los sentimientos de inferioridad y frena el afán de poder, favoreciendo la adaptación sana. Tal impulso comunitario fue entendido como fundamentado filogenética (el hombre únicamente podría bastarse a si mismo cuando es situado en condiciones particularmente favorables, pero estas condiciones solo son suministradas por la vida en grupo) y ontogenéticamente (la sociabilidad no es menos imperativa, dada la debilidad y necesidad de protección del niño, lo que hace emerger el interés o sentimiento social, bajo lo que queda subordinado incluso el deseo de superioridad).

El carácter normal y neurótico.
Adler realizó una tipología ligada a aspectos sanos e insanos del carácter, hablando de cuatro tipos básicos en función de la actividad y el impulso comunitario o social.
Tipos erróneos:
  • tipo dirigente o dominante: individuos agresivos, dominantes, tienen poco interés social o percepción cultural.
  • Tipo obtenedor o adquisitivo: individuos independientes que toman en lugar de dar.
  • Tipo evitativo o evasivo: tratan de escapar de los problemas de la vida y casi no participan en actividades constructivas desde lo social.
Tipo Correcto:
  • Tipo socialmente útil: personas que tienen gran cantidad de interés y actividad social.
Adler niega que una disposición estrictamente orgánica y sexual sea el origen de las neurosis, debiendo buscarse los motivos de su instauración en las relaciones que el niño establece (teniendo en cuenta sus sentimientos de inferioridad) con los miembros de la familia.
O sea el carácter neurótico sería una tentativa cognitivo-afectiva equivocada que se organiza para liberarse de los sentimientos de inferioridad, buscando procurarse ciertos sentimientos de superioridad.
Según Mandolini, las ideas adlerianas sobre las neurosis serían:
1-              todos los individuos tienen una disposición a la neurosis, lo que puede actualizarse por la influencia de factores ambientales concretos.
2-              las neurosis son una forma patológica de adquirir poder e imponerse al otro, lo que constituye el motivo primero del trastorno.
3-              toda neurosis debe ser entendida como una tentativa cultural equivocada para liberarse de los sentimientos de inferioridad, los cuales se transforman en sentimientos hipertrofiados de superioridad.
4-              en las neurosis participan no sólo factores intrapersonales (impulsos, etc.) sino sobre todo influencias ambientales, entre las que la cultura competitiva es decisiva, al igual que las que emanan de la familia, en el sentido de que haya existido poco afecto o abandono, impidiendo esto la instauración de un estilo de vida armonioso y productivo.



La terapia adleriana.

Destacar el papel activo que Adler asigna al terapeuta: ha de dialogar, aconsejar, atacar defensas, analizar conflictos del presente y orientar hacia el futuro, desmontando el significado pseudo adaptativo de la neurosis, actuando en todo caso cara a cara y con encuentros menos frecuentes que en el psicoanálisis convencional. Lo que a los psicólogos individuales les interesa, es enfocar el yo y sus defensas, esclareciendo particularmente dos cuestiones: ¿respecto de qué se siente inferior el sujeto? Y ¿qué quiere demostrar con sus síntomas? Ello conduce a poner de manifiesto los planes de vida y los estilos de carácter, lleva implícito la aclaración de las metas que se persiguen y cómo se trata de acceder a ellas. El proceso terapéutico consta de 3 etapas: a) descarga. El neurótico expone sus problemas, catarsis que origina un cierto grado de alivio, intentando que reste importancia a los síntomas. b) aliento: animarlo al logro de éxitos personales, con apoyos consejos oportunos, c) carga: comprometerlo en el cumplimiento progresivo de tareas, con lo que se trata de acentuar el sentido de responsabilidad y de compromiso social.
Se trabaja con la evocación de recuerdos y con el análisis de acontecimientos actuales.

Valoración de la psicología individual.
La psicología individual  ha de ser ubicada en el marco fenomenológico, en las ciencias del espíritu, habiendo colaborado en la apertura de la tercera fuerza psicológica, el movimiento humanístico. Adler renunció al positivismo y empiricismo, compromiso claramente fenomenológico, dado que en la fenomenología no existen hechos objetivos ni verdad objetiva: el mundo se hace accesible al hombre cuando interviene activamente en él, ordenándolo, dándole forma. La obra de Adler no es sólo psicológica sino ética, gran parte de ella es una exaltación de los valores. Como terapia es una especie de ecuación de la voluntad y trata de despertar apetencias por determinados valores, amorosos, sociales, objetivos máximos de la terapia y los sostenes del estilo de vida.
La doctrina adleriana miara más lo conciente, al futuro, las intensiones más que los deseos pulsionales, el sujeto se dirige a un fin. La psicología adleriana es más optimista, menos determinista que la de Freud, manteniendo la existencia de una sociabilidad innata, que puede ser estimulada y mejorada con intervenciones terapéuticas.
Tanto la teoría como la praxis adolecen de una pobre sistematización e incluso superficialidad.
Ha de admitirse que Adler introdujo conceptos de valía, enriqueciendo la visión holística del hombre y el sentido finalista de la conducta.
Crisis y evaluación de la psicología individual.
Tras las primeras confrontaciones con el grupo freudiano, paulatinamente fue tomando prestigio. En 1928 expresó su neutralidad religiosa política de su doctrina y una serie de discípulos marxistas se separaron de él, en 1931 disolución de la Sociedad Internacional de Psicología individual. Se asienta en EEUU, toma notable prestigio, particularmente en la psicología clínica infantil. En la actualidad el movimiento caree de la cohesión y organización de antaño.

RESUMEN DEL APUNTE: EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS. CARL G. JUNG.
El problema de los tipos.
Una sociedad sana y normal es aquella en que la gente está habitualmente en desacuerdo porque un acuerdo general es raro. Como la psicología depende básicamente del equilibrio de opuestos, ningún juicio pude considerarse definitivo si no se ha tenido en cuenta su reversibilidad, no hay punto de vista por encima o fuera de la psicología que nos permita formar un juicio definitivo acerca de lo que es la psique. Se puede distinguir individuos de personalidad “extravertida “y otros “introvertidos”. Pueden surgir dificultades si el analista fuera de un tipo y el paciente de otro, sus puntos de vista serían contradictorios. Es necesario tener en cuenta las diferencias de personalidad para la interpretación de los sueños. No se puede suponer que el analista es un súper hombre, puede imaginarse superior mientras supone que su teoría y técnica son por entero verdaderas, capaces de abarcar la totalidad de la psique humana, tal suposición es más que dudosa.
Analista – paciente: interesa mucho si sus personalidades están en armonía, en conflicto o se complementan. La extraversión y la introversión son solo 2 particularidades entre muchas de la conducta humana. El ser extravertido es por tanto un concepto superficial y demasiado general para ser realmente característico. Traté de encontrar otras particularidades básicas que puedan servir para poner cierto orden en las variaciones, aparentemente ilimitadas de la individualidad humana. Vi. con claridad que las personas que utilizaban la inteligencia eran las que pensaban, aplicaban su facultad intelectual para tratar de adaptarse a la gente y circunstancias. Las personas igualmente inteligentes que no pensaban eran las que buscaban y encontraban su camino por medio del sentimiento
Cuando me refiero a “sentimiento” en contraste con “pensamiento”, me refiero a un juicio de valor. Elsentimiento según esta definición, no es una emoción. El sentimiento a que me refiero es (como el pensamiento) una función racional (es decir ordenante), mientras que la intuición es una función irracional. La intuición es una sospecha, es un acto involuntario que depende de diversas circunstancias externas o internas y no de un acto de juicio. La intuición se parece más  a la percepción sensorial. Estos son medios evidentes por los cuales obtiene la conciencia su orientación hacia al experiencia. La percepción nos dice que algo existe, el pensamiento nos dice lo que es, el sentimiento nos dice si es agradable o no y la intuición nos dice de donde viene y adonde va. Estos 4 criterios sobre tipos de conducta humana son solo 4 entre otros muchos, como voluntad, temperamento, etc.
Si se desea comprender el significado del sueño de otra persona, hay que sacrificar las predilecciones propias y suprimir los prejuicios. Pero si el analista no hace el esfuerzo de criticar su propio punto de vista y admitir su relatividad, no conseguirá ni la información ni el suficiente conocimiento profundo de la mente de su paciente. En la terapia es más importante para el paciente comprender que para el analista  ver satisfecha su expectación teórica. La resistencia del paciente a la interpretación del analista no es necesariamente mala, es un síntoma de que algo encaja mal. O es que el paciente no alcanzó aún el punto de comprensión para él, o es la interpretación no adecuada. No se `pueden dar normas generales para la interpretación de los sueños. No es simplemente el lado “sombrío” de nuestra personalidad el que descuidamos, desdeñamos o reprimimos. También podemos hacer lo mismo con nuestras cualidades positivas. Veo con escepticismo que la teoría de que el sueño sea un guardián del dormir, lo más frecuente es que los sueños perturben el dormir. Los sueños se expresan en formas de analogías, por que una imagen onírica se introduce en otra y porque ni nuestra lógica ni medida del tiempo de cuando estamos despiertos parecen tener aplicación. La forma que toman los sueños es natural al inconciente porque el material con el que están construidos está retenido en estado subliminal precisamente de ese modo. Lo que Freud llamó “enmascaramiento” es, la forma natural que adoptan todos los impulsos en el inconciente. Un sueño no puede producir un pensamiento definido, parecen manifestar el borde de la conciencia. Los símbolos oníricos son, en su mayoría, manifestaciones de una psique que está más allá del dominio de la mente conciente. En principio, no hay diferencia entre desarrollo orgánico y psíquico. Por medio de los sueños las fuerzas instintivas influyen en la actividad de la conciencia. Que esa influencia sea para bien o para mal depende de contenido efectivo del inconciente, han sido consignados al inconciente por represión o desden. Por eso el psicoanalista comienza provocando en su paciente una confesión, más o menos voluntaria, y comprobando todo lo que desagrade o infunda miedo al paciente. Esto  es análogo a la mucha más antigua confesión de la Iglesia. Hallé provechoso comenzar presentando al paciente un panorama positivo, esto reproporcionaba una saludable sensación de seguridad cuando se acercaba a las observaciones penosas. No hay técnica terapéutica o doctrina que sea de aplicación general, ya que cada caso que se presenta para tratamiento es un individuo en unas condiciones específicas, aprendía a adaptar mis métodos a las necesidades del paciente en vez de confiarme a teóricas consideraciones generales que podrían ser inaplicables en cualquier caso particular. Mi experiencia me enseñó a considerar cada caso como si fuera nuevo y en el que, sobre todo, tenía que buscar el conocimiento del individuo. A veces no dudé en sumergirme en un estudio cuidadoso  del pasado infantil y sus fantasías, otras comenzaba por el final, todo ello depende que se aprenda el lenguaje del paciente y se sigan los tanteos de su inconciente en busca de la luz. Esto es necesario ando se4 quieren interpretar los sueños.
El arquetipo en el simbolismo onírico.
Los sueños sirven de compensación. El sueño es un fenómeno psíquico normal que transmite a la conciencia las reacciones o impulsos espontáneos del inconciente. Muchos sueños pueden interpretarse con la ayuda del soñante, el cual proporciona, a la vez, imágenes del sueño y las asociaciones que provocan, con lo cual se pueden examinar todos sus aspectos.
En el sueño se producen elementos que no son individuales y que no pueden derivarse de la experiencia personal del soñante. Esos elementos son los que Freud llamaba “remanentes arcaicos”, parecen ser formas aborígenes, innatas y heredadas por la mente humana. La mente no puede ser un producto sin historia como no lo es el cuerpo en el que existe. Esa psique inmensamente vieja forma la base de nuestra mente. El investigador experimentado de la mente de igual modo puede ver las analogías entre las imágenes oníricas del hombre moderno y las producidas de la mente primitiva, sus “imágenes colectivas” y sus motivos mitológicos.
El psicólogo no solo debe tener una experiencia suficiente acerca de los sueños y otros productos de la actividad inconciente, sino de la mitología en su más amplio sentido.
Mis ideas sobre los “remanentes arcaicos” que yo llamo “arquetipos” o “imágenes primordiales”, han sido criticadas por personas que carecen de suficiente conocimiento de psicología de los sueños y de mitología. Mis críticos han supuesto erróneamente que me refiero a “representaciones heredadas” y basados en ello, han desechado la idea de arquetipo como una mera superstición. Debo aclarar las relaciones entre instintos y arquetipos: lo que propiamente llamamos instintos son necesidades fisiológicas y son percibidas por los sentidos. También se manifiestan en fantasías y con crecencia revelan su presencia solo por medio de imágenes simbólicas. Estas manifestaciones son las que llamo arquetipos. No tiene origen conocido, se producen en cualquier tiempo o parte del mundo.

RESUMEN DEL APUNTE:  TEORIAS DE LA PERSONALIDAD. Bárbara Engler.
Cáp. 3. CARL JUNG.
Estuvo asociado con Freud durante un tiempo, desarrollo una escuela de pensamiento independiente que contrasta de manera marcada con el psicoanálisis ortodoxo. Su concepto de inconciente colectivo amplia en forma vasta un aspecto de la personalidad que apenas fue explorado por Freud.
Antecedentes biográficos
Nación en 1875 en Suiza. Hijo sobreviviente de un pastor rural pobre y estudioso de la iglesia reformada. Describió a su padre como convencional y amable, tenía dificultades de comunicarse con él en cuestión de religión. Escéptico de la fe ortodoxa en la que fue criado, buscó sin descanso las respuestas adecuadas. Esto se refleja en su psicología, interés en la religión, mitología y lo culto. Su madre infundía respeto, poseedora de 2 personalidades, una amable y amorosa y otra severa y reservada. Jung describió su niñez como solitaria y su personalidad como introvertida. Dos hermanos habían muerto en la infancia antes que Jung naciera, su hermana nació cuando el tenía 9 años de edad. Jugaba solo con un amigo que se tallaba en madera, estos períodos de soledad encontrarían más tarde su expresión en su autoanálisis. La madurez para Jung no está definida en términos de relaciones interpersonales, como para Freud, sino de integración o equilibrio dentro del yo. Desde su infancia estaba familiarizado con la muerte.
Jung en principio quería ser arqueólogo, por razones financieras estudió medicina.
1913 Jung rompió relaciones con Freud y su escuela: el punto de desacuerdo más pronunciado fue el rechazo de Jung respecto al énfasis de Freud en la sexualidad, para Jung la sexualidad misma debe ser considerada simbólica. La sexualidad y la creatividad que la representa tienen una cualidad misteriosa y no puede ser analizada por entero o ser descrita por completo.
Jung desarrolló su propia escuela de pensamiento conocida como psicología analítica. Escribió en forma extensa sus teorías, fueron informadas por una vasta colección de intereses incluyendo religiones orientales, mitología y alquimia. Jung sentía que eran esenciales para el psicólogo e indispensables para el entendimiento de las fuerzas misteriosas del inconciente.
La naturaleza y la estructura de la personalidad
Freud describía la estructura de la personalidad en términos de 3 fuerzas que están en conflicto- ello, yo y superyo-. Jung la concibió como una red compleja de sistemas interactuantes que luchan hacia la armonía final, los primarios son el yo, el inconciente personal con sus complejos y el inconciente colectivo y sus arquetipos. Describió 2 actitudes primarias hacia la realidad y 4 funciones básicas. La psique se refiere a todos los procesos psicológicos, pensamientos, sentimientos, sensaciones, deseos, etc. Jung usó los términos “psique” y “psíquico”, en vez de  “mente “y “mental”, para enfatizar que la psique abarca tanto procesos concientes como inconcientes. Freud y Jung diferencian en sus enfoques del inconciente. Freud se inclinaba a concebirlo en esencia como materiales que han sido reprimidos, mientras que Jung, enfatizaba un concepto del inconciente como la fuente de la conciencia y la matriz de nuevas posibilidades de vida.
Energía psíquica
Para Freud: fuerza motivadora de la personalidad: la libido, el impulso sexual. Jung también usó el término libido para referirse a energía psíquica, pero en una forma más generalizada, como una energía indiferenciada, puede referirse a la sexualidad y también a otras necesidades. Se refleja a sí misma como luchadora, deseosa y dispuesta. La energía psíquica opera de acuerdo con los principios de equivalencia y entropía, busca un equilibrio y mueve a la persona hacia adelante en un proceso de autorrealización. Jung no rechazó una base instintiva de la personalidad, criticó el énfasis de Freud en la sexualidad. Jung creía que la sexualidad misma debe ser considerada simbólica, con una cualidad misteriosa de distinción que no puede ser descrita por completo.
El yo
Para Freud. El yo es de manera ideal el ejecutor de la personalidad, en principio pensó que el yo es en forma primaria conciente, más tarde consideró que una porción grande del yo era inconciente y está más allá del control conciente o conciencia.
Para Jung: el yo es la mente conciente de un individuo, la arte de la psique que selecciona las percepciones, pensamientos, sentimientos y recuerdos que pueden entrar en la conciencia. El yo es responsable de nuestros sentimientos de identidad y continuidad. El yo no es el verdadero centro de la personalidad, para Jung, está enfocado en otra parte.
Tipos psicológicos
Distinguió entre 2 actitudes básicas:
La extroversión: la psique está orientada hacia fuera al mundo objetivo. El extrovertido está más cómodo con el mundo exterior de personas y cosas
La introversión: la psique está orientada hacia adentro al mundo subjetivo, está más cómodo e su mundo interior de conceptos e ideas.
Las dos actitudes están presentes en el individuo, aunque una puede estar subdesarrollada y en su mayor parte de ser inconciente.
Jung se calificó como introvertido y a Freud como extrovertido.
4 funciones: se agrupan en pares opuestos.
Funciones de sensación e intuición: se refiere a la manera en que recopilamos datos e información. El que siente usando 5 sentidos y tratando con hechos y la realidad. El que intuye busca relaciones y significaciones o posibilidades acerca de acontecimientos pasados o futuros.
Pensamiento y sentimiento: se refieren a la manera en que llegamos a conclusiones o hacemos juicios. El que piensa prefiere usar la lógica y el análisis impersonal. El que siente se interesa más por los valores, actitudes y creencias personales.
Las dos actitudes y las cuatro funciones pueden combinarse para formar ocho tipos psicológicos:
Los tipos extrovertidos
Pensamiento: personas que tiende a vivir de acuerdo con reglas fijas. Reprimen sus sentimientos y tratan de ser objetivos en ocasiones son dogmáticos en su pensamiento.
Sentimiento: son personas sociables, buscan armonía con el mundo y respetan la tradición y la autoridad. Son emocionales, pensamiento está reprimido
Sensación: buscan placer y disfrutan las experiencias sensoriales nuevas. Orientados con intensidad hacia la realidad y reprimen la intuición.
Intuición: son muy creativos y encuentran atractivas las ideas nuevas. Toman decisiones basadas en las corazonadas más que con hechos y están en contacto con su sabiduría inconciente. La sensación está reprimida.
Los tipos introvertidos.
Pensamiento: necesidad intensa de privacía, teóricos, intelectuales e imprácticos. Reprime los sentimientos y puede tener problemas para relacionarse con otras personas.
Sentimiento: estas personas tienden a ser calladas, pensativas e hipersensibles. El pensamiento está reprimido, puede parecer misterioso e indiferente frente a los demás.
Sensación: pasivos, calmados, artísticos. Se enfocan en los acontecimientos sensoriales objetivos y reprimen la intuición.
Intuición: Jung se describió como un intuitivo introvertido. Soñadores, míticos que proponen ideas inusuales y rara vez son entendidos por los demás. La sensación está reprimida.
Rara vez ocurren en una forma pura.
El inconciente personal
Jung comparó el aspecto conciente de la psique como Siuna isla que surge del mar. Allí residen aquellas percepciones, pensamientos, sentimientos y recuerdos que han sido reprimidas u olvidadas.
Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo que Jung llama complejos: es un grupo organizado de pensamientos, sentimientos y recuerdos a un concepto particular. Un complejo tiene un poder constelador, tiene la capacidad para extraer ideas nuevas e interpretarlas como corresponde. Atrae a las experiencias relacionadas, más poder constelador, más poderoso. Un complejo puede ser organizado alrededor de una persona o un objeto particular, Ej. Maternidad, otro Ej., una persona que creía sufrir un cáncer real aún cuando sabía que su enfermedad era imaginaria.
Un complejo puede ser conciente, o en parte conciente o inconciente. Ciertos elementos de éste pueden extenderse hasta el inconciente colectivo.
El concepto de complejo propuesto por Jung puede ser percibido como un esfuerzo por vencer las categorías tradicionales de mente contra cuerpo y de conciente contra inconciente.
El inconciente colectivo
El inconciente personal es particular, el colectivo es compartido. Jung se refería a inconciente colectivo como transpersonal, se extiende a través de las personas. Todas las personas son seres humanos, tienen ciertas cosas en común. Viven en grupos, desarrollan alguna forma e vida familiar o sociedad en la que son asignadas funciones a varios miembros. Comparten ciertas emociones, la forma de expresarlas pueden variar, pero las emociones son compartidas. Todos desarrollan un lenguaje y simbolización.
Jung consideró al inconciente colectivo como un concepto empírico cuya existencia puede ser demostrada por medio de sueños, mitologías y datos transculturales. Los efectos del inconciente colectivo están presentes en experiencias que todos hemos tenido.
Arquetipos o imágenes primordiales, es una forma de pensamiento universal o predisposición a responder ante el mundo de ciertas maneras. No pueden ser conocidos  descritos por completo porque nunca entran por completo a la conciencia. Se nos presentan en forma pictórica personificada o simbolizada y pueden penetrar en la conciencia por medio de mitos, sueños, arte, rituales y síntomas. Es una especie de predisposición para producir una y otra vez las mismas ideas míticas o ideas similares.
Personas se refiere al rol social que se asume en la comunidad y nuestro entendimiento de éste. Desde el latín persona se refiere a las máscaras que los actores usaban en el teatro en las obras griegas. La propia persona es la máscara que el individuo usa para adaptarse a las demandas de la sociedad. Cada uno eligen o se le asignan roles particulares en nuestra sociedad. La persona representa un compromiso entre su identidad verdadera y la identidad social.
Sombra abarca aquellos pensamientos, sentimientos y conductas insociables que poseemos en potencia y otras características que no aceptamos. El lado opuesto de la persona, se refiere a aquellos deseos y emociones que son incompatibles con nuestras normas sociales y personalidad ideal: el demonio interior, no puede ser evitada y uno está incompleto sin ésta, omitirla o negarla nos involucra en hipocresía y engaño.
Ánima y ánimus cada uno de nosotros tiene un género sexual asignado, masculino o femenino. Ninguno de nosotros es hombre o mujer en forma pura. El arquetipo del ánima es el lado femenino, de la psique masculina y el arquetipo del animus es el lado masculino de la psique femenina. El ánima o animus de un individuo refleja experiencias humanas colectivas e individuales a través de las eras pertenecientes al sexo opuesto al propio. Nos ayuda a relacionarnos con el sexo opuesto y entenderlo. Si un individuo exhibe sólo los rasgos de su sexo asignado, los otros permanecen inconcientes, subdesarrollados y primitivos. Aquellas personas que no entienden al sexo opuesto es probable que no estén a tono con su ánima o animus.
Jung sostuvo con firmeza que la psique de las mujeres es diferente de la de los hombres.  Jung creía que la conciencia de las mujeres se caracteriza por la capacidad para entablar relaciones, lo hombres para realizar un pensamiento racional y analítico. La persona, o máscara social, difiere en hombres y mujeres debido a los roles que la sociedad y cultura les han asignado.
Una mujer puede reaccionar su animus de varias formas, de manera tradicional: las mujeres han reprimido sus cualidades masculinas y luchan por cumplir su rol femenino. En el desarrollo ideal, el animus conducirá a una mujer a transformar su femineidad en una forma renovada de conciencia que vence a las dualidades tradicionales. Lo mismo sucedería con el desarrollo ideal en el hombre.
La teoría de Jung puede ser interpretada como sexista, de un ideal andrógino. La androginia se refiere a la presencia de cualidades masculinas y femeninas en un individuo y la capacidad para realizar ambas potencialidades. Se han hecho considerables investigaciones en el área de la androginia
Yo: el arquetipo central en el entendimiento de Jung es el del yo. El yo representa la lucha por la unidad de todas las partes de la personalidad. Es el principio organizador de la psique que atrae hacia sí y armoniza a todos los arquetipos y sus expresiones. El yo dirige un reparto ordenado de la energía psíquica de modo que las partes diferentes de la personalidad sean expresadas de maneras apropiadas. El yo nos permite ser aceptables desde el punto de vista social en el trabajo (persona), extravagantes en alguna fiesta (sombra), emocionales en un concierto (sombra), etc. Para Jung, el verdadero yo se encuentra en el límite entre conciente inconciente, razón y sin razón. El desarrollo del yo es el objetivo de la vida. Jung habló de la realización del yo como un objetivo que se encuentra en el futuro.
Un símbolo del yo es la mándala, representa al yo luchando hacia la integridad.
Jung describió otros numerosos arquetipos del inconciente colectivo: nacimiento, muerte, renacimiento, poder, magia, héroe, Dios, demonio, madre y anciano sabio. Jung creía que nuestro inconciente permanece arcaico, a pesar de nuestra tecnología científica y el desarrollo de nuestras durezas racionales.
Autorrealización.
Jung sugirió que el yo está en el proceso de la autorrealización. El “nacimiento psíquico” de un individuo no ocurre en realidad sino hasta la adolescencia, cuando la psique comienza a mostrar una forma y contenidos definidos. El desarrollo de la personalidad continúa a través e toda la vida y los años medios -35 a 40- marcan el comienzo de cambios importantes.
El origen del concepto se remonta al filósofo griego Aristóteles. Él sostenía que todo tiene un telos, un propósito u objetivo, que constituye su esencia e indica su potencialidad. Explica el presente en términos del futuro con referencia a un objetivo que guía y dirige nuestro destino. Jung sostenía que tano la causalidad como la teología son necesarias para un entendimiento completo de la personalidad.
El desarrollo en gran medida camina hacia delante puede ocurrir una regresión en condiciones de frustración, Jung no la percibía en forma negativa. Al explorar el inconciente, tanto personal como colectivo el yo puede aprender de las experiencias pasadas y resolver el problema que condujo a la regresión. Para Freud una neurosis representa el regreso de lo reprimido, para Jung es la insistencia de la parte subdesarrollada de la personalidad para ser escuchada y realizada.
La autorrealización de sí mismo implica individuación y trascendencia. En la individuación, los sistemas de la psique individual logran su grado más completo de diferenciación, expresión y desarrollo. La  trascendencia se refiere a la integración de los diversos sistemas del yo hacia el objetivo de la integridad y la identidad con toda la humanidad.
Para Jung, individuación no significa individualismo, sino satisfacción de la propia naturaleza específica y la realización de la unicidad de uno. En le proceso de trascendencia, surge un yo o esencia más profundo para unir a la persona con toda la humanidad y el universo en general.
La individuación y la trascendencia son procesos progresivos.
La verdadera persona no consiste en el conciente o inconciente, mente o cuero, persona o sombra, características sexuales manifiestas o complementos, sino todos éstos. La neurosis resulta de un desarrollo unilateral de la personalidad. La coincidencia de los opuestos es el objetivo último del desarrollo de la personalidad en la perspectiva jungiana. Para Freud la persona está en conflicto de manera inescapable; para Jung, la persona busca en esencia armonía.
Ver Fig. Pág. 89.
Psicoterapia jungiana
Para Jung la terapia es n procedimiento dialéctico, un diálogo entre doctor y paciente, conciente e inconciente, se sientan frente al otro, se ven con menos frecuencia que el freudiano.
Durante las primeras etapas del tratamiento, hay una necesidad de confesión, acompañada por un alivio emocional. Jung enfatizó que la presencia el otro, el terapeuta que apoya al paciente en forma moral y espiritual al igual que intelectual, hace curativa la confesión.
La proyección y la transferencia desempeña un papel importante en e l análisis jungiano.
Mientras Freud trató a los sueños como la expresión de deseos inconcientes, Jung les dio una función prospectiva al igual que una retrospectiva. Prospectiva quería decir que el sueño representa un esfuerzo de la persona para prepararse para acontecimientos futuros. Tienen una función compensatoria, son esfuerzos para complementar el lado conciente del paciente y para hablar por el inconciente. Al interpretar los sueños Jung usó el método de amplificación. El terapeuta se une al esfuerzo del paciente por interpretar el sueño, agregando asociaciones personales, refiriéndose con frecuencia a la mitología. Mientras Freud trataba los sueños en forma separada, Jung se concentraba en series de sueños. Jung también valoró el uso de la producción artística por parte del paciente.
Evaluación e investigación en la teoría de Jung.
Jung desarrolló la prueba de asociación de palabras, la cual proporciona los primeros datos experimentales de procesos inconcientes y es usada en forma amplia en la investigación de laboratorio y en la práctica clínica actuales. En esa prueba el sujeto responde a una lista de palabras estímulo diseñadas para producir emociones. Una respuesta inusual, una pausa larga antes de responder otros factores pueden indicar un complejo. Esta prueba es precursora de técnicas e intentos proyectivos posterior es para evaluar la personalidad con técnicas tales como la asociación libre, la completación de oraciones y la supervisión psicofisiológica, incluyendo el polígrafo o detector de mentiras.
Las técnicas de investigación y evaluación propuestas por Jung no sólo se basaban en métodos empíricos y científicos, sino también en enfoque no científicos y místicos. Jung estudió una variedad de culturas y periodos, explorando sus mitos, símbolos, religiones y rituales. Estaba interesado en temas tales como la alquimia y la astrología. Esa mezcla no ortodoxa de opuestos.
Teoría de Jung: filosofía, ciencia y arte
Descubrimientos de Jung, tuvieron lugar en el ámbito clínico. Observaciones e otras culturas y estudios de religión y mitología comparadas, el simbolismo, la alquimia y lo oculto le proporcionaron una riqueza de información. Un método de estudio comparativo, usado a menudo en la historia y la antropología, era un enfoque valioso también para la ciencia. Jung no creía que los psicólogos deberían estar atados a un enfoque científico experimental. Además, el interés de Jung en lo oculto ha llevado a muchos críticos a descartarlo considerándolo un místico.
Jung indicó que estaba más interesado en descubrir hechos que en desarrollar una filosofía. Para Jung, el poder del autoentendimiento se deriva de una filosofía de vida apropiada. Jung ha sido ignorado por los psicólogos con orientación experimental, los teólogos han encontrado su trabajo muy fructífero. Su concepto de la revelación de Dios a través del inconciente  colectivo es atractivo en particular para los teólogos que buscan una explicación más relevante de los conceptos teístas tradicionales.
Como un arte, la terapia jungiana enfatiza un objetivo erudito.
El énfasis de Jung en las cualidades innatas, la dualidad de la naturaleza humana, el simbolismo, la androginia y la importancia de las  experiencias internas son considerados indispensables para entender la personalidad. Su teoría puede ser considerada como una filosofía en gran medida.
RESUMEN DEL APUNTE: HISTORIA DE LA PSICOLOGIA. Antonio Sánchez- Barranco Ruiz.
Cáp. 13 La psicología Junguiana. La Psicología analítica o psicología de los Complejos.
La ruptura de Jung y Freud
Jung fue nombrado presidente de la Asociación Internacional de Psicoanálisis, 1910. El alejamiento comenzó en relación a la concepción de la libido. En la separación de Freud y Jung participaron sin duda enfrentamientos teóricos, pero también ciertos asuntos personales, por Ej. Un desliz profesional de Jung con una paciente. Entre ambos existían evidentes conflictos neuróticas, no sólo filio- parentales, sino también paterno – filiales.
Jung abandonó muy pronto la concepción de la libido como energía sexual, defendiendo que no era sino la expresión psíquica de la energía general. Aquí rechazó de plano la similitud entre libido y sexualidad, identificando aquella con la energía psíquica sin más. Así mismo propuso una descripción del desarrollo infantil con una primera etapa, hasta los 3 a 5 años de vida, en la que no habría indicios de sexualidad. Rechazó el complejo de Edipo y admitió la influencia de factores presentes y no sólo infantiles, en la génesis de la neurosis, en una línea cercana a Adler. También planteó una interpretación de los sueños que iba más allá del cumplimiento de deseos prohibidos, mostrando que podían implicar una función de anticipación de los hechos y la necesidad de finalizar ciertas tareas inacabadas. Freud vivió muy negativamente los conflictos con Jung, pues tenía puestas en él grandes ilusiones y esperanzas. También por el hecho que no era judío. Jung estaba inserto en un grupo psiquiátrico suizo de notable influencia europea, lo que podía favorecer la aceptación internacional del psicoanálisis.
Vida y obra de Carl Gustav Jung (1875-1961)
Nació en Suiza falleció en Zurich, a los 85 años.
El padre de Jung era sacerdote de la iglesia Reformada, sus otros ascendientes eran de profesiones intelectuales. Los padres de Jung no se llevaban bien, s madre extrovertida y terrena, su padre un introvertido y piadoso hombre atormentado por dudas religiosas. Se crió como hijo única, ya que su hermana le llevaba 9 años.
Su psicología es un intento de conciliar los opuestos, la materia y el espíritu, lo que debió estar influido por los enfrentamientos que presenció en su infancia entre sus propios padres.
Jung 1 los 17 y 18 años descubrió a los grandes filósofos. 1962, tuvo unos sueños muy peculiares, con extraños contenidos. A los 6 años, vislumbró que sus imágenes oníricas tenían afinidad con las que vio en un libro antiguo que su madre le mostró con posterioridad, el cual tenía dibujos de dioses orientales.
Jung se casa en 1903, tuvo 5 hijos.
La tesis de Jung estaba influida por una médium, que en los estados de trance hablaba de una serie de vidas anteriores, en la tesis está el germen del inconciente colectivo, arquetipos, individuación, etc. Todo lo que llegó a constituir la psicología de los complejos.
Jung había practicado antes de contactar con Freud, algo similar al método catártico, partiendo de las asociaciones verbales y a la subsiguiente detección de conflictos, hacia tratamientos con fundamento en la hipnosis, buscando que los pacientes tomaran conciencia de sus traumas psíquicos. Dio cursos sobre hipnosis. Muy pronto estimó que con la hipnosis se obra a ciegas y no se sabe nunca cuando durara un progreso o una convalecencia.
Aparece una concepción novedosa de la libido, pues es identificada con la energía psíquica en general y no con la estricta sexualidad, energía que daría la cara a través de simbolizaciones universales, en forma de síntomas, contenidos oníricos, fantasías, visiones y mitos, lo que es el comienzo de la idea de arquetipo. Subrayó la frecuencia de aparición del mito del héroe en la historia de la humanidad, con una temática reiterada de la búsqueda por parte del protagonista de la liberación de la madre, así como de luchas con monstruos, lo que expresaba la presencia del complejo de Edipo más allá de lo biográfico individual.
-                hace referencia a los mitos- historia de la humanidad – la dinámica junguiniano no es la del incesto edipiano, la del hijo enamorado de su madre, sin la dinámica vandálica y alquímica de la fusión de los contrarios en uno mismo. Los deseos incestuosos del hijo eran de naturaleza más simbólica y general que concreta y personal, estando sostenido por un ansia de volver simbólicamente al seno materno, una especie de retorno al paraíso perdido, a un estado libre de tensiones y responsabilidades, para después renacer y andar un camino nuevo. Tales construcciones fueron tachadas de místicas y especulativas, pasando Jung a vivir el rechazo de sus colegas.
Jung en vez de apoyarse en la tradicional asociación libre freudiana, se valía de dibujos, pinturas, construcciones con piedritas, etc.
Al demostrar la relación del inconciente con los mitos, la religión, la alquimia, la teoría jungiana toma su asentamiento definitivo, alcanzando en todo ello los arquetipos del inconciente colectivo y el proceso de individuación los papeles esenciales. Defendió que el mundo psíquico y el mundo físico no eran dos entidades contrapuestas e incompatibles, sino dos caras de una misma realidad, en donde ambas tendrían su última y verdadera esencia.
Características generales de la psicología analítica o psicología de los complejos.
Consideraciones introductorias
En la psicología jungiana psique acoge a lo inconciente como a lo conciente en cualquiera de sus matices. Para Jung todo lo psíquico es tan real como lo corporal, es plena y unívocamente experimentable en su inmediatez, siendo un mundo estructurado y provisto de medios de expresión particulares, con plena autonomía, gobernado por principios específicos. Afirma que la realidad psíquica y la física son dos aspectos de una misma energía. La psicología jungiana no es reduccionista, considera al hombre en su doble cara: biológico natural y cultural espiritual. Jung no define una estructura topográfica de la psique, afirma que entre ambos sistemas tiene lugar una oposición y una interacción dinámica peculiar. La psique conciente e inconciente, aunque son opuestas, se complementan y conjuntan, creciendo la primera sobre la segunda, que es más antigua y funciona juntamente a la psique conciente, e incluso a pesar de ella.
La psique es para Jung un sistema dinámico que se autorregula y auto perfecciona, con carácter energético-compensatorio: el principio de totalidad psíquica y el principio de la energética psíquica. Jung trató de ir más allá de Freud, completando la teoría del inconciente, entendiendo que abarca elementos de toda la historia de la humanidad y no sólo de la biografía personal. Agrupa el inconciente en 2 bloques: el personal y el colectivo.
Los principios energéticos rectores de la vida psíquica.
El funcionamiento psíquico se ocasiona gracias a la presencia e intervención en el organismo humano de una energía vital: la libido, que no sería para él de naturaleza sexual, sino una energía psíquica especie de continuidad de la energía física, procederían de un tronco común previo, de naturaleza prematerial. La libido jungiana termina transformándose en una especie de fantasía creadora, la libido solo es reconocible en sus simbolizaciones, llámense síntomas, visiones, sueños o producciones míticas, religiosas y culturales. El propio desarrollo se atiene a una serie de oscilaciones autorreguladas entre 2 polo contrarios, persiguiéndose finalmente la consecución de un cierto equilibrio dinámico. No hay equilibrio ni autorregulación si  no hay oposición: sin ésta no se da manifestación de energía fluyente ni tampoco vida. Heráclito, según el cual todo acontece primero en su contrario: todo lo viviente implica oposición, sin que ello aboque en la transformación en su opuesto, sino en algo nuevo que lo contiene, complementación o compensación que permite justamente el equilibrio de los contrarios. Habla de principio de equivalencia o conservación de la energía: la cantidad de libido presente en el sistema psíquico es constante, siendo variable su distribución que viene condicionada por el principio de la entropía o nivelación de las cargas energéticas: marca la traslación de la energía vital a otro lugar, en función de los desniveles existentes. Esto significa que donde hay un exceso de energía en un lugar, alguna otra función psíquica ha sido privada.
La libido como energía vital crea así una serie de productos psíquicos, 8a modo de la sublimación freudiana). La libido puede seguir un movimiento hacia delante: progresión, hacia atrás: regresión, hacia fuera: extroversión, hacia  adentro: introversión.
Cuando las fuerzas en oposición son adecuadas, la libido puede progresar desde las capas inconcientes de la psique a las concientes, experimentándose entonces un estado de placer, bienestar o felicidad. Si al corriente energética se estanca, trayendo consigo una separación de lo opuestos unidos en dicha corriente, conflicto que conduce al displacer y a la aparición de síntomas en la esfera somática o psíquica, dado que se instaura una regresión patológica, que es parcial en la neurosis y total en la psicosis.
La energía psíquica es utilizada de varias maneras, inicialmente se ocupa de las funciones de supervivencia ligadas a lo biológico. Según Jung no puede hablarse de sexualidad en los primeros años de vida.
En el pensamiento junguiano el símbolo tiene un papel fundamental., estrechamente ligado a los complejos y arquetipos.
Los contenidos de la psique conciente e inconciente
Psique: conciente- inconciente (personal y colectivo), como 2 opuestos y complementarios
La psique inconciente: complejos, arquetipos y símbolos.
Cuatro funciones básicas asientan en lo conciente, gracias a las cuales se facilita la adaptación al entorno: percibir, sentir, intuir, actuar.
Estructura central de lo conciente es el yo o el ego. El yo debe diferenciarse de otra estructura psíquica conciente, la persona, de la que es su núcleo. La persona es una porción del ego.
Funciones de la conciencia (percibir, sentir, intuir, pensar), se constituyen como pares opuestos, quedando sólo una de las funciones en la esfera conciente, la contraria totalmente inconciente y las 2 restantes en parte conciente y en parte inconciente.
 El pensar es lo que sostiene la comprensión y el entendimiento del mundo y la adaptación a él, mediante  relaciones intelectivas y consecuencias lógicas. El sentir es responsable de la valoración afectiva del mundo, mediante los conceptos de agradable o desagradable. El percibir permite captar las cosas como son. El intuir  nos habla de las posibilidades futuras.
En el individuo sano, una de las funciones es siempre la predominante quedando la complementaria en el inconsciente. Los dos pares contrarios de funciones (pensar-sentir y percibir – intuir) se conducen en forma compensadora.
La extraversión e introversión; son 2 actitudes básicas, se conducen entre sí como compensatoriamente, de modo que si lo conciente tiene una tendencia a la extraversión, lo inconciente la tendrá a la introversión y viceversa. La extraversión e introversión se organizan en torno a las funciones de la conciencia.
El síntoma supone un estancamiento del flujo energético, con manifestaciones psíquicas y corporales. Los complejos, pueden ser sanos o morbosos, según la extensión y fuerza que posean y la capacidad del yo para elaborarlos.
La psique inconciente: complejos, arquetipos y símbolos:
Jung no describe el inconciente como algo sucio, inmoral o negativo, sino también como sede de lo más valioso y fundamento de lo más creativo del hombre.
Los arquetipos del inconciente colectivo acogen lo no adulterado de la naturaleza. el concepto de arquetipo nació de la necesidad de dar explicación y localización psicológica a las analogías entre la estructura de la psique individual y los mitos y producciones de la cultura ancestral.
En cuanto al complejo, hace referencia tanto a los contenidos del inconciente personal como del inconciente colectivo, aunque en este último caso, es mejor hablar de arquetipo. Jung detectó los complejos personales de sus investigaciones con el test de asociación verbal. Pensó entonces que en el inconciente existían núcleos energéticos que atraerían hacía sí, como magnéticamente, determinados componentes ideativos siendo todo ello responsable de las fallas en las respuestas a las palabras- estímulos. . el complejo es un producto que deriva del enfrentamiento de las partes concientes  e inconcientes de la psique que genera determinado grado de energía que puede ser captada por determinados contenidos ideativos.
Arquetipo: el prefijo arche: compone el término arquetipo, significa comienzo, origen, motivo fundamental y principio, también lugar de jefe, soberanía y gobierno, el segundo componente tipo significa plasmación, forma, imagen, ordenación, norma y forma fundamental o primordial que se halla en la base de una serie de individuos similares, humanos, animales o vegetales.
Los arquetipos son predisposiciones heredadas que adquieren significado cuando se consolidan en productos culturales o psíquicos (sueños, fantasías, mitos, delirios, etc.).
En el lenguaje del inconciente, los arquetipos se expresan en forma de símbolos. Las imágenes arquetípicas se modifican o alteran en base al momento histórico en que aparecen. Siempre expresa una metáfora, un como sí que contiene algo informulable. Son elementos esencialmente inconciente, son formas innatas, a priori, de intuición, percepción, aprehensión, vienen condicionado por las historias pasadas de la humanidad. Habiendo sido emparentado con las ideas Platónicas, igualmente se hayan relacionados con los instintos. El arquetipo es invariable.
Un arquetipo no ha de ser forzosamente considerado como idéntico a un símbolo. Jung diferencio con precisión el concepto de símbolo y el de signo: éste es un sustituto de algo o una representación concreta de una cosa real y el símbolo posee una más amplia y rica significación, expresando un hecho psicológico. El símbolo junguiano es un elemento psíquico no explicable casualmente, poseyendo plurisignificatividad y bipolaridad, separándose del símbolo freudiano, más determinado casualmente, con significado más específico y unipolar. En el caso del complejo de Edipo, Jung no ve deseos pulsionales incestuosos personales y concretos, sino representantes de elementos arquetípicos universales y simbólicos, considerándolos como una expresión del deseo de retornar al estado primordial, volver al claustro materno. Tales interpretaciones filogenéticas y simbólicas se alejan radicalmente de las freudianas, más apegadas a lo ontogénico y a lo semiótico.
Sombra: arquetipo constituido por las tendencias menos aceptadas del yo y que el sujeto desea ocultar a sí mismo y a lo demás., incluyendo pulsiones sexuales y agresivas repudiadas. No es igual al concepto freudiano de reprimido. E la parte más inferior y débil de la personalidad, se muestra en sueños como personajes negros y sombríos. La sombra puede irrumpir en la conciencia individual bajo la forma de impulsos y estados anímicos variados. Se nutre de aspectos inconcientes personal y del inconciente colectivo, por lo que suele mostrarse en simbolizaciones culturales: bruja, demonio, etc.
Alma y el ánimus: arquetipos básicos, personificaciones de la parte femenina del varón y de la masculina de la hembra. Ambos poseen aspectos positivos: intento de conocer y diferenciar por parte del ánimus y de sentir y vivir por parte del ánima y negativos: ciertas deformaciones impuestas del conocer y determinadas distorsiones afectivas.
Arquetipo de la sabiduría: sabio – anciano, gran madre.
El sí mismo, es le punto central de toda la personalidad, ubicándose entre lo conciente y lo inconciente, actuando como una especie de imán que atrae a todos los componentes de la psique. (Mándala: perfección ideal).
Cuatro puntos cardinales: cuando se atiende a las cualidades psíquicas básicas: pensamiento, sentimiento, sensación e intuición)
El encuentro con el sí mismo es la meta del proceso que Jung delimita bajo el término de individuación, concepto esencial en el desarrollo espontáneo sano y en la terapia de la psicología analítica: la individuación facilita las manifestaciones de los distintos componentes de la psique, siendo su meta liberar al sí mismo de las falsas protecciones de la persona y de los sugestivos poderes del ánima u animus o de otros arquetipos con potenciales inflacionistas, como el sabio- anciano y la gran – madre.
La individuación, clave del desarrollo personal y del proceso terapéutico.
Según Jung solo se alcanza la  totalidad de la personalidad, la genuina individualidad, cuando han sido bien diferenciados todos los pares contrarios, cuando lo conciente y lo inconsciente logran entrelazarse entre sí y tienen una viva relación recíproca.
Individuación= autorrealización = mismación: llegar a ser el que realmente eres, hecho ajeno al individualismo, egocentrismo o autoerotismo, pues implica la superación de todo ello, el encuentro con el mundo y con toda la creatividad de nuestro inconciente más profundo, conllevando la liberación de las presiones de la sombra y de los poderes mágicos de los diversos arquetipos, representados en la cultura por medio de productos tecnológicos, pseudocientíficos o ideológicos. 
Se da en dos estadios: primer período de individuación: implica experimentar la propia sombra, conocimiento de nuestra otra cara, la oculta o prohibida, el desarrollo de la sombra corre paralelo con el crecimiento del ego.  Segundo período: encuentro con el alma (animus y ánima), que posee actitudes y funciones complementarias a las que subyacen a la persona. Ya no estamos lejos del objetivo final del desarrollo personal: la parte oculta se ha hecho conciente, lo sexual contrario se ha diferenciado, nuestra relación con lo más primitivo de nuestra espiritualidad y naturaleza se ha esclarecido. Jung refiere este devenir entre los 32 y 38 años.
La psicoterapia jungiana
Una vía para formar la personalidad. Su terapia se ocupa tanto de temas psicológicos como espirituales y religiosos. Jung se aleja de la concepción casualista freudiana y del limitado teologismo adleriano, persiguiendo una integración de todas las partes del psiquismo y el sentido finalista y trascendente de ese conjunto, resaltando que la psique sabe a dónde va, llegando a concebir las causa como medios para acceder a tal fin. Jung entendió que el psicoanálisis freudiano es muy determinista, él ofrece siempre al sujeto una salida constructiva, gracias a la toma de contacto con la sabiduría ancestral que posee su inconciente.
El método de Jung, incluyendo no sólo un diálogo interpersonal, sino intersistémico, tratando de hallar una síntesis entre conciente e inconciente y entre todos los opuestos de la psique. Ayudar al sujeto a construir una síntesis, mirando no sólo el pasado, sino especialmente el futuro, contando en todo caso con la situación presente.
Para la síntesis entre conciente e inconciente, se siguen 4 vías: a) método de las asociaciones, b) análisis de los síntomas, c) análisis anamnésico, d) análisis del inconciente.
Ver, no se si es necesario, Ellenberg (1970).
Para los jnnguianos, el sueño es un expresión privilegiada del inconciente, valiéndose de un lenguaje arcaico, prelógico y simbólico. Jung considera que toda interpretación de un sueño sólo es válida cuando es asumida por el sujeto, estimándola como una mera hipótesis que sólo alcanza su fuerza cuando se analizan una serie de sueños más o menos relacionados y se tiene un buen conocimiento de las condiciones vitales y de la psicología conciente del sujeto, como del contexto del sueño. No ve en el sueño una mera realización de deseos, sino una plurisignificación, destacando sus funciones de compensación y anticipación de acontecimientos.
Jung diferencia 2 formas de interpretación, la subjetiva: se interpretan imágenes y acontecimientos del sueño simbólicamente, teniendo en cuenta los factores psíquicos internos y las situaciones del que sueña y la objetiva: trata de evidenciar concretamente (no simbólicamente) los elementos del sueño. La proyección y el símbolo son fundamentales en la construcción onírica. Después hay que ocuparse del ánima y ánimus, luego del sabio-anciano y la gran madre con objetivos semejantes al que dirigen el trabajo con la persona y la sombra. El objetivo final es acceder a una conjunción total en el sí mismo, una conjunción que posee un sentido trascendente, lo que es la esencia de la individuación.
La psicología jungiana y la cultura
Los tratados alquímicos reflejan la materialización, a través de una investigación pseudoquímica, de la búsqueda del sí mismo.
Respecto a las religiones, mostró ciertas analogías entre muchas de ellas. El hombre, afirmó Jung, es religioso por naturaleza, subrayó que el problema principal que el hombre plantea en la segunda mitad de la vida es de carácter religioso.
Jung y la parasitología
El interés de Jung por los fenómenos paranormales ya se observa desde su tesis (premoniciones, sueños proféticos,), habiendo creado una hipótesis explicativa de algunos de tales hechos, como es la de la sincronicidad. Jung llamó sincronicidad a la conexión de acontecimientos acausales, esto es, a la coincidencia en el tiempo de dos o más acontecimientos no relacionados por ninguna causa conocida y que tienen el mismo significado o uno similar.
Valoración de la psicología analítica o psicología de los complejos.
Expresó opiniones como: el inconciente ario habría mayor creatividad que en el semita, agotado por su excesiva racionalidad o dominio de la esfera de lo conciente. Se le recriminó su aceptación de la presidencia de la Sociedad Alemana de Psicoterapia. Después de la derrota del nazismo, tacharon a Jung de simpatizante de tal ideología. Las declaraciones que se conocen de Jung en esta época son contradictorias, mostrándose a veces comprometido a Hitler y otras huidizo. La doctrina jungiana no puede ser considerada acabada. Se la ha tidado de obsesiva y de carácter mítico, caprichosa- señalan lo creativo y novedoso, sus estudios y aportes sobre la historia, cultura, mitos, religión son importantes. En lugar de aplicar los instrumentos racionales de la investigación científica a los fenómenos irracionales, aceptó tales fenómenos, conocidos por su experiencia, como verdades absolutas y universales.
El método de investigación de Jung es de naturaleza fenomenológica, pero sobre todo histórica: compara sus ideas e intuiciones y los esclarecimientos alcanzados por el estudio en us pacientes, con la evidencia histórica, con cuyo criterio validaba los datos subjetivos.
La terapia junguiniana fue tildada de sugestión y adoctrinamiento, olvidándose su riqueza en la concepción e interpretación de los sueños, los compromisos personales que implica por  parte del terapeuta y su sentido optimista.
En lo que respecta al método Jung empleó el histórico comparativo y el análisis fenomenológico, yendo como Freud más allá de la esfera conciente y a diferencia e este , comprometiéndose con lo sintético – hermenéutico y no con lo analítico – reductivo..
En conclusión, la psicología analítica o de los complejos, aun siendo una aportación de gran interés para la psicología humana, no encaja en absoluto entre las ciencias experimentales o empíricas, sino entre las llamadas ciencias del espíritu y más concretamente en le marco de los saberes históricos- hermenéuticos de lo profundo, con objetivos que va mucho más allá que los psicoanalíticos, pero sin haber logrado el asentamiento y sistematización de éstos, siendo de my difícil evaluación con los instrumentos epistemológicos al uso.

RESUMEN DEL APUNTE: TEORIAS DE LA PERSONALIDAD. Bárbara Engler.
Cáp. 6. ERICH FROMM

1920 excitación en la comunidad académica. Estudiosos del SXIX , Freud, Conte, Spencer y Marx abrieron la puerta del estudio analítico de la conducta humana y las instituciones sociales. Surgen disciplinas nuevas de la psicología, antropología, se hacen esfuerzos por establecer fundamentos interdisciplinarios para entender las instituciones sociales y la conducta humana. Fromm quedó impresionado con los escritos de Freud y marx, intentó hacer una síntesis de sus ideas. El enfoque de Fromm es descrito como un análisis social humanístico.
Antecedentes biográficos:
Nació en Francfort, Alemania, 1900, hijo único de familia judía ortodoxa. 13 años estudió el Talmud, se refería a sí mismo como un ateo místico. Muy interesado en al religión, de tono moral y comprometido.
Fromm escribió poco acerca de su infancia temprana, vida familiar infantil tensa, madre propensa a la depresión y su padre un comerciante taciturno y ansioso en exceso.
Formm fue entrenado en análisis en Munich y Merlín, uno de los primeros analistas legos, no tenía entrenamiento formal. El propio intelecto vasto de Fromm sobre las ciencias sociales y la filosofía habrían de enriquecer su entendimiento de la teoría psicoanalítica y sus aplicaciones. Esos intereses al final lo condujeron a su separación del psicoanálisis ortodoxo y  a su crítica de Freud por su negativa a reconocer la importancia de las fuerzas sociales y económicas en la formación  de la personalidad.

1933, durante la Depresión, Fromm llegó a los EEUU.

Condiciones y necesidades humanas básicas:
E. Fromm  comenzó s tesis de que la libertad es una condición humana básica que plantea “problemas psicológicos” más libertad, implica más sentimientos de separación y aislamiento. Un tema importante en los escritos de Fromm es la soledad: representa una condición humana básica, encuentra su expresión última en la muerte. Sabemos que vamos a morir, esto conduce a un sentimiento de desesperación.
En respuesta a la condición básica de la libertad, los seres humanaos tienen 2 forma de resolver el problema: trabajar juntos con espíritu de amor para crear 1 sociedad que satisfará de manera más óptima sus necesidades o escapar de la carga de la libertad hacia dependencias y sumisión nuevas. Este escape puede aliviar los sentimientos de aislamiento pero no satisface de manera creadora las necesidades de la humanidad ni conduce a un desarrollo óptimo de la personalidad.
Mecanismos de escape.
Identifica 3: autoritarismo, destructividad y conformismo autómata. No resuelven el problema subyacente de la soledad sino que sólo lo enmascaran.
Autoritarismo: busca escapar del problema de la libertad adhiriéndose a ua nueva sumisión o dominación (masoquista: los individuos se sienten inferiores o impotentes – sádica: las personas buscan dominar y controlar la conducta de los demás). En cualquier caso la tendencia proviene de una incapacidad para soportar el aislamiento de ser un yo individual. Busca solución por medio de una simbiosis, la unión del propio yo con otro o con un poder externo.
La destructividad busca resolver el problema de la libertad por eliminación de los demás y/o del mundo externo. La mayoría busca escapar del problema de la libertad a través del conformismo autómata: dejar de ser ellos mismos y adoptar el tipo de personalidad propuesto por la cultura. Pueden ya no sentirse solos y ansiosos, han pagado un precio alto: la pérdida del yo.
Fromm percicbió semejanzas entre sus mecanismos de escape y las tendencias neuróticas propuestas por Karen Horney. El énfasis de Horney era en la ansiedad, el de Fromm en el aislamiento. Los mecanismos de escape no conducen a la felicidad ni a la libertad positiva.
Dicotomía existencial e histórica.
La soledad: Dicotomía existencial, problema que no tiene solución debido a que ninguna de las alternativas que presenta es una satisfacción por completo. Como humanos intentamos crear un ambiente más satisfactorio. Podemos crear además dicotomías históricas, por Ej. la riqueza no está distribuida equitativamente. Las dicotomías históricas son creadas por las personas, están abiertas al cambio. Las dicotomías existenciales e históricas estructuran nuestras limitaciones y potencialidades, son la base de nuestras aspiraciones y esperanzas y al mismo tiempo generan nuestras frustraciones.
El interés de Fromm por las dicotomías existenciales lo llevaron a enfocarse en las orientaciones de “tener “y “ser” hacia la vida. El modo  de tener , posesiones que tiene una persona, es la fuente del ansia del poder y conduce al aislamiento y al temor. El modo de ser es la fuente del amor productivo y la actividad y conduce a la solidaridad y a la alegría.
Necesidades básicas 

Las dicotomías existenciales dan surgimiento a 5 necesidades básicas, deben ser satisfechas para que una persona se desarrolle por completo. Son:
Relación: tenemos que crear nuestras propias relaciones, la capacidad no es innata. El amor productivo que implica cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento, impide el autoaislamiento.
Trascendencia: el ser humano necesita ser creador activo. Si no podemos solucionar con creatividad el problema de la trascendencia, nos volvemos a la destructividad.
Arraigo: necesidad de sentir que pertenecemos, sentimiento de camaradería universal
Sentido de identidad  el ser humano necesita percatarse de sí mismo como individuo único.
La necesidad de una estructura que oriente y vincule: un marco de referencia estable y consistente con el que podemos organizar nuestras percepciones y dar sentido a nuestro ambiente. Este sistema de pensamiento puede ser racional o irracional, verdadero o falso, conduce a nuestra vinculación con el mundo desde una perspectiva particular.
Los seres humanos crean la sociead para satisfacer sus necesidades básicas, esta a la vez estructura y limita la forma en que as necesidades básicas pueden ser satisfechas. Nuestra personalidad final representa un compromiso entre las necesidades internas y las demandas de la sociedad.
Orientaciones del carácter y relaciones de amor
5 tipos de carácter comunes en las sociedades Occidentales. Freud imaginó la fijación de la libido en ciertas zonas del cuerpo como la base para tipos de carácter futuros. Fromm colocó como la base fundamental del carácter en las diferentes formas que una persona enfrenta las dicotomías básicas. El carácter es determinado por la cultura y es posible hablar de carácter social.
1. la orientación receptiva: la única forma de obtener  algo que desean es recibirlo de una fuente externa, forma pasiva, esperando ser amadas.
2. la orientación exploradora: fuente de todas las cosas buenas están afueras, peor no esperan recibir nada bueno de los demás. Toman las cosas que desean por la fuerza o con astucia. Explotan a los demás.
3. la orientación acumulativa: buscan acumular y ahorrar lo que ya tienen. Se rodean a sí mismos con un muro y son miserables con los demás.
4. la orientación mercantilista: se experimentan a sí mismas como mercancías en el aparador, camaleones oportunistas, cambiando sus colores y valores conformes perciben que cambian las fuerzas del mercado.
5. la orientación productiva: buscó describir un ideal de desarrollo humanístico y una postura que caracteriza a la personalidad normal, madura y saludable.  Usan la ética humanística en lugar de la autoritaria. Ética humanística representa la verdadera virtud, despliegue de las capacidades de una persona de acuerdo a su naturaleza humana y las forma de la responsabilidad completa por la propia existencia.
Los rasgos que surgen de cada una de las  orientaciones el carácter tienen cualidades positivas y negativas. Puede existir una combinación de tipos.
Fromm distinguió entre carácter biófilo que buscan vivir la vida y necrófilo, atraído por la muerte y destrucción de la vida.
Relaciones padre – hijo
Las orientaciones del carácter surgen por la relación de amor particular que un niño experimentó con sus cuidadores primarios. 3 relaciones básicas de padre – hijo.
Simbióticas: una de las partes pierde o no alcanza nunca su independencia. Forma masoquista de la relación simbiótica: una persona es absorbida por otra. Una persona puede absorber a la otra, forma sádica.
El amor es la relación productiva con los demás y el yo. Marcada por el respeto mutuo y el fomento de la independencia para cada una de las partes.
El carácter receptivo se origina en una respuesta masoquista ante una relación simbiótica. El explorador: patrón sádico desarrollado  por el niño que reacciona de manera destructiva ante el retraimiento  paterno. Orientación mercantilista: un niño que reacciona con retraimiento ante la destructividad paterna. La orientación productiva tiene sus raíces en la relación de amor. El amor productivo es un arte, es la respuesta creativa verdadera a la soledad humana, mientras que las relaciones simbióticas son formas inmaduras de amor o seudoamor.
Amor a sí mismo
Lo considera como un prerrequisito para amar a los demás. La capacidad para amar reuqiere vencer al narcisismo.

El análisis de la cultura y de la sociedad
Fromm enfatizó el papel de la sociedad en al estructuración, modelamiento y limitación de la personalidad.
Los seres humanos están predispuestos a desarrollar alguna forma de organización social. Creamos una sociedad a fin de satisfacer nuestras necesidades, a su vez estructura y limita la forma en que nuestras necesidades pueden ser satisfechas. El capitalismo y el comunismo habían fracasado en sus esfuerzos por satisfacer de manera productiva las necesidades humanas básicas. Fromm pudo imaginar la creación de una sociedad utópica, la cual denominó socialismo comunitario humanístico, que satisfaría de modo más adecuado las necesidades humanas. Era optimista acerca de la posibilidad de crear una sociedad en al que los individuos se relacionarían entre sí en forma amorosa, trascenderían a la naturaleza de modo creativo y responderían de manera productiva.

Evaluación e investigación en la teoría de Fromm
Fromm describió el método psicoanalítico de investigación como genuinamente científico, siendo su esencia a observación de hechos. No describió mucho acerca de sus métodos precisos de evaluación. Escribió acerca de la buena ciencia como una relación productiva. Combinó la asociación libre y el análisis de los sueños, inshigt y conocimientos erudito de religión, filosofía, psicología, sociología y antropología, al igual que con hallazgos nuevos en otras áreas.
Teoría de Fromm: filosofía, ciencia y arte.
Rechazó el cientificismo considerándolo inadecuado para la comprensión completa de la naturaleza humana. Tiende a ser reductivo y no permite que surjan los matices finales de la personalidad. La teoría de Fromm es especulativa y trascendental.
Freud tenía un marco de referencia e un determinismo biológico. Los métodos de investigación de Fromm son empíricos, basados en la observación, no se les puede describir como técnicas científicas rigurosas o precisas, fue filosófico en su énfasis. Escribió poco acerca de su técnica de terapia. Empleó el término “activador” para conceptuar las intervenciones del terapeuta para facilitar el progreso. El terapeuta debe creer y asumir que el paciente está hablando respecto a la humanidad común que ambos comparten: empatía. Hay principios éticos claros en los escritos de Fromm, consideró éticas a las conductas que son más apropiadas para unificar, armonizar y fortalecer al individuo. La teoría de Fromm amplia el concepto de la aplicación de la teoría de la personalidad con respecto a incluir los esfuerzos para informar y reestructurar a la sociedad. Sus objetivos para el arte de la teoría de la personalidad combinan de manera única los motivos de estudio y los éticos.


EL AMOR A LA VIDA. Autor: Erich Fromm. CAPÍTULO IV. PSICOLOGIA PARA NO PSICOLOGOS 
1. LA PSICOLOGIA DE HOY Y LA ANTERIOR
Los no psicólogos en sentido estricto no existen, todo hombre en su vida y a su manera practica y debe practicar la psicología. Debe saber qué le ocurre a otro, debe tratar de comprender a los demás, prever como se comportarán los demás.
Psicología como ciencia del alma, una ciencia relativamente moderna. Pero hay una sicología anterior a ésta, desde el año 500 AC hasta el SXVII no se llamó psicología sino “ética” y más frecuentemente “filosofía”, pero no era otra cosa que psicología: era el conocimiento del alma del hombre con el fin de convertirlo en un hombre mejor. La psicología tenía entonces una motivación moral y religiosa, espiritual. Psicología premoderna: el Budismo. Aristóteles escribió un manual de psicología, sólo que lo llamó Ética. Meditaciones de Marco Aurelio, Santo Tomás de Aquino. Spinoza es el primer gran psicólogo que reconoció con total claridad la existencia del inconciente, cuando dijo: todos somos concientes de nuestros deseos, pero no del motivo de esos deseos.
En la época contemporánea surgió una psicología totalmente  distinta, hay que conocer el alma no para ser mejor sino para llegar a ser más exitoso, para formarse a sí mismo de la manera más propicia al éxito. Han cambiado la cultura y los fines de la sociedad. En la Grecia Clásica y en el Medioevo su vida estaba dominada por una idea: no vale la pena vivir sólo para ganarse el pan, la vida también debe tener un sentido, servir al desarrollo del hombre.
El hombre contemporáneo ve las cosas de otra manera. No le interesa tanto ser más sino tener más. Estos dos fines han impreso también a la psicología 2 direcciones distintas. La psicología contemporánea se interesaba en estudiar la memoria, fenómenos acústicos, visuales, asociaciones de ideas y la psicología e los animales. Wundt  es el más significativo e importante en este comienzo de la psicología actual. Una cuestión básica: lo motivos de la conducta humana.  Esta psicología popular incluye 2 escuelas fundamentales: la que sostiene la teoría  instintivista: su origen se debe a uno de los máximos pensadores: Charles Darwin, quien se ocupó de los instintos como fundamento de la motivación humana, cada conducta tiene un motivo innato en el hombre;  y la psicología del comportamiento  o teoría conductista (behaviorismo). La deficiencia de estas teorías reside en su tendencia a la simplificación. El aprendizaje, influjo cultural y social pueden incluso modificar extraordinariamente estos instintos innatos. Los hombres más primitivos fueron los hombres menos agresivos. Con el desarrollo de la civilización crecieron también de manera pavorosa el sadismo, la agresividad, el gusto por someter a los demás y por destruir en mayor medida que la registrada entere lso hombres primitivos prehistóricos.
La teoría conductista afirma lo contrario: no hay absolutamente  nada innato, que todo es sólo consecuencia de circunstancias sociales y  de la hábil manipulación de los hombres, sea por la sociedad o también por el seno de la familia. Skinner, en su libro dice: conceptos de libertad, dignidad son puras ficciones. En la naturaleza del hombre no reside ni el deseo de libertad ni el sentimiento de la dignidad humana. Skinner ha trabajado mucho tratando de mostrar cuál es la manera más hábil de lograr estos resultados. El conductismo separa el comportamiento del hombre, del hombre propiamente dicho. Investiga sólo el producto, el producto es conducta. Sólo nos interesa lo que el hombre hace.
La teoría instintivista y la teoría conductista tienen algo en común, para ambas el hombre no es de ninguna manera el que configura su propia vida. El hombre  de la T. Instintivista es impulsado por el pasado de la raza humana y animal, el hombre del conductismo es impulsado por los dispositivos y condicionamientos sociales vigentes en ese momento, por las artes oportunistas de seducción de su sociedad. Ningún modelo de hombre en estas teorías está determinado por lo que quiere.
 2. LOS TRES CONCEPTOS FUDAMENTALES DE S. FREUD.
Otra tercera orientación es: El psicoanálisis o la psicología profunda, fundada por Freud. La finalidad de Freud era entender racionalmente las pasiones humanas y en especial las irracionales. Comprender cuáles son las causas, las condiciones en que surge el odio, amor, sumisión, destructividad, envidia, todas las pasiones, para ello construyó la ciencia de lo irracional. El fin moral que perseguía  Freud consistía en que el hombre llegara a ser libre y adulto, sus fines morales eran los del Iluminismo –( Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada Edad Oscura). Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución Francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo. Para entender correctamente el fenómeno de la Ilustración hay que recurrir a sus fuentes de inspiración fundamentales: la filosofía de Descartes -basada en la duda metódica para admitir sólo las verdades claras y evidentes- y la revolución científica de Newton, apoyada en unas sencillas leyes generales de tipo físico.Características: Antropocentrismo: Hay un nuevo Renacimiento en que todo gira en torno al ser humano. La sociedad se seculariza y la noción de Dios y la religión, empieza a perder, ya definitivamente, la importancia que en todos los órdenes había tenido hasta ahora; se desarrolla una cultura exclusivamente laica e incluso anticristiana y anticlerical)-, los del racionalismo. (Todo se reduce a la razón y la experiencia sensible, y lo que ella no admite no puede ser creído).se proponían como fin hacer funcionar mejor al hombre.
La Teoría de Freud, muy determinista por el espíritu de su época- por el darwinismo, materialismo, instintivismo. El primer concepto fundamental es el de inconciente, es decir, el de represión. En los ej (Hitler, padre sádico), se ven hombres que no concientizan sus reales motivos porque no pueden soportar percibirlos, comprenderlos, saber algo de sí mismos que contradice su propio conocimiento o la opinión de la gente, que se encontrarían en una situación incómoda.
Cuando se le señala a alguien cuáles son los reales motivos de su conducta, esta reacciona con lo que Freud ha denominado resistencia. No desea percibir su propia realidad interna. Esta reacciona con resistencia, puede ser por medio del enojo, cólera, agresión, soberbia. Otros no oirán, el interlocutor interpreta erróneamente o directamente no la oye. Otra forma consiste en mostrar fatiga o depresión. Otra forma es la huida, es frecuente que un paciente interrumpa el tratamiento si el analista le dice algo que no quiere oír.
Empleamos una gran parte de nuestra energía en reprimir y producir resistencia cuando se rozan elementos reprimidos.
El tercer concepto de Freud es transferencia. El hecho que el paciente vivencie al analista como una persona de su niñez temprana, como el padre o la madre, su reacción respecto del analista no corresponda en el fondo al hombre que tiene realmente enfrente. La transferencia quizás sea la causa más importante de los errores y conflictos humanos que ocurren en la evaluación de la realidad. Vemos el mundo a través de la lente de nuestros deseos y angustias y confundimos la ilusión con la realidad. (enamoramiento, política, lideres, etc.)
3. DESARROLLOS ULTERIORES DEL PSICOANALISIS
A partir de la década del 20 Freud modificó su antigua teoría basada en el conflicto entre instinto sexual e instinto de conservación y elaboró una nueva perspectiva construida sobre el conflicto entre dos fuerzas biológicas, la que lleva a la destrucción y la que lleva a la unión, al amor: el instinto de vida y el instinto de muerte.
Sullivan , el abandono de la valoración de la sexualidad como el resorte instintivo de la conducta humana, y en segundo lugar, la orientación hacia las relaciones interhumanas, según la cual lo que sucede entre los hombres, la manera en que actúan y reaccionan entre sí, en que se estructura el campo, surge cuando los hombres conviven. Se han concentrado en la esquizofrenia, que en el fondo no consideran como enfermedad, sino como efecto de la vivencia personal, de la relación interhumana, como enfermedad individual con la situación social, no sólo dentro de la familia, sino también dentro de la sociedad.
Mi obra (Fromm) no se refiere especialmente a la esquizofrenia y apuntan particularmente a las fuerzas sociales y éticas que actúan en la constitución de las relaciones interhumanas.
¿Qué ocurrirá con el futuro del psicoanálisis? Se las podría agrupar en 2 posiciones extremas. Unos dicen: el análisis es inútil y el otro, es una panacea.
La crítica de que el análisis no tiene ningún efecto curativo es insostenible.
Naturalmente, la posición antianalítica se basa en ciertos supuestos propios de la época, la idea de que lo único que ayuda a las personas es la medicina o la píldora. También terapias de EEUU, Yo estoy OK, Tú estás OK, obra superficial, lo que evita esta clase de terapia : todo es simple, todo es fácil, y ése es precisamente el rasgo general que caracteriza la época. Se cree que todo debe  poderse ingerir lisa y llanamente como se  traga una píldora.
No todas las críticas al psicoanálisis son justificadas. Analizaré aquí algunas de las objeciones que considero justificadas. Freud con la asociación libre indujo a que se dice todo lo que se ocurre. El supuso que de esa manera se dirían las cosas que surgían de lo profundo, las totalmente auténticas y significativas. En muchos análisis las personas se limitan entonces a  parlotear sin ton ni son, siempre volvemos a lo mismo, con hablar de esta manera nadie llega a cambiar absolutamente nada. Freud no supuso nunca que pudiera lograrse algo o resolver graves problemas anímicos sin realizar ningún esfuerzo. El análisis es trabajo duro.
Otra falla es que se intelectualiza en vez de vivenciar “hombre cerebral”, con el pensamiento se lo hace todo, el sentimiento es sólo una carga innecesaria que en lo posible hay que ignorar.
Hay muchos hombres dispuestos  a acudir al psicoanalista ante la más mínima dificultad. No se arriesgan en absoluto a intentar antes la solución de sus dificultades por su propia cuenta. El análisis sigue siendo la mejor terapia para una serie de perturbaciones.
El psicoanálisis tiene una significación de importancia como camino para promover el desarrollo psíquico y el autodespliegue de las capacidades humanas. En la actualidad sólo una pequeña minoría aspira a lograr ese desarrollo psíquico. La mayoría de los hombres se proponen tener más, consumir más. La mayoría de los hombres no quieren cambiar ni crecer, no quieren desplegar sus capacidades, desean mantener las capacidades adquiridas, disfrutar de ellas, capitalizarlas. Hay una minoría que ha redescubierto con mayor o menor claridad una verdad. Que el hombre no vive sólo del pan, el poseer y el poder no basta para garantizar la felicidad, sino más bien producen angustia y originan tensiones. Desean dedicarse a otro fin: a ser más en lugar de tener más. Este anhelo se manifiesta a menudo en formas muy ingenuas, es una exaltación por el cultivo de las religiones orientales., Yoga, Budismo, etc. El análisis tiene en este punto un papel muy esencial, como práctica del autoconocimiento y de la toma de conciencia de la propia realidad, de la liberación de las ilusiones engañosas y también de las pulsiones producidas por la angustia. El análisis es un método destinada a que el individuo se vivencie a sí mismo – a que vivencie quién es, donde está, adonde va- es conveniente que el análisis lo realice un profesional que entienda estas conexiones y no crea que la finalidad del tratamiento consiste en tratar de adaptar mejor a los pacientes. Tal análisis no debería durar demasiado.

DEL TENER AL SER.  Autor: Erich Fromm.
CAPÍTULO I. INTRODUCCION: EL SENTIDO DE LA VIDA
 Para que quiero vivir? Todos los seres vivientes quieren vivir, esta voluntad sólo aparece en circunstancias excepcionales, dolor insoportable, pasiones, amor, odio, orgullo y lealtad. El querer vivir, no necesita explicación, la mayoría coinciden en decir que quieren ser felices.
Entendemos por felicidad cosas tan diferentes e incompatibles como las citadas, será una idea abstracta y mas bien vana. La mayoría de los pensadores coinciden en la idea de que seremos felices si se cumplen nuestros deseos o si tenemos lo que queremos.
Llegamos a la pregunta por el sentido y la finalidad de la vida nos lleva ala cuestión de qué son las necesidades humanas.  Afirmar que la necesidad es algo enteramente subjetivo, es le afán de conseguir una osa deseada con tanta ansia que justamente podemos llamar necesidad, y cuya satisfacción nos procura placer.
La satisfacción de una necesidad puede perjudicar a otros si va en detrimento de la propia utilidad social. Los grandes maestros de la humanidad han llegado a enseñar, las mismas normas, que se resumen en la necesidad de vencer la codicia, el engaño y el odio y de conseguir amor y participación, como condición para alcanzar un grado óptimo de ser.
Unos cuantos neurólogos, han señalado que el hombre está dotado neurológicamente de una moral “biológica”, en la que se arraigan normas como las de cooperación y solidaridad y la búsqueda de la verdad y libertad. He querido mostrar que las principales normas humanas son condicione para el pleno desarrollo personal, mientras que los deseos puramente subjetivos son objetivamente perniciosos.
II. EXTRAVIOS DE LA CONCIENCIA
1. La gran mentira.
El obstáculo más difícil para aprender el arte de vivir “la gran mentira”. No se limita al terreno de la información humana. También a productos que se fabrican duran poco, sobrevalorados, inútiles, perjudiciales, para el comprador, publicidad que mezcla un poco de verdad con mucha falsedad y otros muchos fenómenos sociales forman parte de esa gran estafa.
En pintura y literatura han perdido la capacidad de distinguir lo genuino y lo fingido. Atienden sólo a palabras y conceptos intelectuales, sin aplicar el “sexto sentido” para probar la autenticidad del autor.
Otro motivo para la dificultad de distinguir entre lo auténtico y lo falso es la fascinación del poder y la fama. El fraude y el engaño no son nuevos: han existido siempre. La mentira en el terreno de la salvación del hombre, de su bienestar, desarrollo y felicidad. Casi no quedan palabras que no hayan sido comercializadas, corrompidas ni maltratadas de alguna manera con fines publicitarios. Las palabras no tienen realidad en sí mismas, sino en el contexto en que se emplean y en las intenciones y carácter de quien las emplea. Si se interpretan parcialmente, sin perspectiva de fondo, no comunican, sino que ocultan ideas. El engaño en el que creen sus propios autores es el más peligroso para la sociedad, trátese de preparar una guerra o de enseñar el camino a la felicidad. Estos mercaderes de la salvación no hacen sino responder a una gran demanda. La gente está confusa e insegura, busca respuestas que le proporcionen la alegría, la salvación, que sean fáciles de aprender, que exijan poco esfuerzo o ninguno y que de rápidos resultados. El cuento del mantra fabricado a medida, la meditación trascendental promete que su práctica no exigirá ningún esfuerzo y sin embargo sentará las bases para conducirse adecuadamente y tener éxito. Se reconcilian con Dios y el César, mayor sea nuestra edificación espiritual, tanto más éxito tenderemos en los negocios. “negocio de la salvación”.
Hay falsedades y engaños intrínsecos que corrompen la doctrina, como anunciar que pueden lograrse magníficos resultados sin esfuerzo, o que el ansia de fama puede correr paralela al desinterés, o que los métodos de sugestión de masas son compatibles con la independencia.
La fe en la vida, en sí mismo y en los demás tiene que edificarse sobre le terreno firme del realismo, sobre la capacidad de ver el mal donde está, de ver la trampa, la destructividad y el egoísmo, no sólo cuando se presentan a cara descubierta, sino también en sus muchas máscaras y disfraces.
2. La charla trivial y las malas compañías.
Otro de los obstáculos para aprender el arte del ser es entregarse a la charla trivial y a las malas compañías “trivial” se interesa sólo por la superficie de las cosas, trivialidad se deriva del vacío, la indiferencia y la rutina. La mayor parte de la charla trivial quizá sea el hablar de sí mismo.
El hombre moderno es un hombre – masa, está muy “socializado”, pero también está muy solo. Está enajenado de los demás y enfrentado a un dilema: tiene miedo a una relación íntima con otro, pero también tiene miedo a la soledad. Mala compañía , personas meramente triviales y personas malas, sádicas, destructivas y hostiles a la vida. No hay encuentro entre dos personas que no tenga alguna consecuencia para las dos.
Cuando nos podamos evitar malas compañías, no debemos dejarnos engañar: tenemos que ver la insinceridad tras su máscara de amabilidad, la destructividad, el narcisismo que esconden detrás de su encanto… a nadie tenemos que rendir cuentas, mientras no hagamos daño a nadie.
3. La vida “sin esfuerzo” y “sin dolor”.
Otro obstáculo para aprender el arte de vivir es creer que pueda conseguirse algo “sin esfuerzo” y “sin dolor”. En nombre de la autoexpresión, la anticompetitividad, la libertad, hacemos toda enseñanza lo más fácil y agradable que podemos. Nuestro sistema social se basa en el falso principio de que a nadie se lo obliga a hacer lo que hace: si lo hace es porque le gusta. La violencia se disfraza de asentimiento y el asentimiento se consigue mediante la sugestión de masas. Vivir es vivir sin esfuerzo, cuando no hay más remedio que esforzarse un poco, se trata de algo pasado de moda. El ideal e vida sin dolor e semejante. Hay que evitar el dolor físico y mental. La era del progreso moderno pretende llevar al hombre a la tierra prometida de una existencia sin dolor. Pequeñas incomodidades tenemos que estart dispuestos a aceptarlas con alegría y sin enojo, si queremos aprender a concentrarnos en lo esencial y corregir lo que esté equivocado en nuestra jerarquía de valores.
4. El miedo al autoritarismo y el ideal del capricho.
Otro obstáculo en el camino al ser es el miedo a todo lo que se considere autoritario, “impuesto” al individuo, que exija disciplina. La economía capitalista se basa en el principio de libertad. No ha cambiado el hecho, sino la forma de dependencia. Al cambiar los métodos de producción y sustituirse el ideal del trabajo y del ahorro por el ideal del consumo (felicidad) la clara obediencia a una persona quedó sustituida por el sometimiento a la organización, que convence al individuo de que es libre, de que todo se hace en su interés y de que él, el público, es el amo verdadero. El individuo ha llegado a ser más débil que nunca, pero no es conciente de su debilidad. Y para protegerse contra esta conciencia, individual y socialmente perturbadora, se ha edificado un ideal de libertad “personal”, absoluta, ilimitada.
Una de las manifestaciones: libertad sexual. Se ha tratado de establecer la libertad del capricho, en vez de la libertad de  la voluntad. Un capricho es un deseo que surge espontáneamente, sin ninguna conexión estructural con la personalidad entera ni con sus fines. Exige que se cumpla: negarlo o aplazarlo se considera que va en contra de la propia libertad. Este “por qué no” significa que se hace algo, simplemente, porque no hay motivo para no hacerlo, no porque haya motivo para hacerlo: significa que es un capricho, no un acto de voluntad. Obedecer al capricho es consecuencia de una honda pasividad interior, añadida al deseo de evitar el aburrimiento.
El mayor escenario es el terreno del consumo. El cliente es el rey del supermercado. Mayores sean la sensación de debilidad y al falta de voluntad auténtica, más aumentará el sometimiento, o el deseo obsesivo de satisfacer los caprichos y defender lo espontáneo.


EL ARTE DE AMAR. Autor: Erich Fromm.
CAPÍTULO II. LA TEORÍA DEL AMOR 

EL AMOR, LA RESPUESTA AL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA HUMANA
Cualquier teoría del amor debe comenzar con una teoría del hombre, de la existencia humana. Si bien encontramos el equivalente del amor, en los animales, sus afectos constituyen fundamentalmente una parte de su equipo instintivo, del que sólo algunos restos operan en el hombre. Lo esencial en la existencia del hombre es el hecho de que ha emergido del reino animal, de la adaptación instintiva, de que ha trascendido la naturaleza. El hombre sólo puede ir hacia adelante desarrollando su razón, encontrando una nueva armonía humana en reemplazo de la prehumana que está irremediablemente perdida.
Cuando el hombre nace, tanto la raza humana como el individuo, se ve arrojado de una situación definida, hacia una situación indefinida, incierta, abierta. Sólo existe certeza con respecto al pasado, y con respecto al futuro, la certeza de la muerte.
El hombre está dotado de razón, es vida consciente de sí misma; de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su futuro. Esa conciencia de sí mismo como una entidad separada, la conciencia de su breve lapso de vida, del hecho de que nace sin que intervenga su voluntad y ha de morir contra su voluntad, de que morirá antes que los que ama, o éstos antes que él, la conciencia de su soledad y su "separatidad", de su desvalidez frente a las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, todo ello hace de su existencia separada y desunida una insoportable prisión. Se volvería loco si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con los demás hombres, con el mundo exterior.
La vivencia de la separatidad provoca angustia; es, por cierto, la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo -las cosas y las personas- activamente; significa que el mundo puede invadirme sin que yo pueda reaccionar. Así, pues, la separatidad es la fuente de una intensa angustia. Por otra parte, produce vergüenza y un sentimiento de culpa. (Adán y Eva) después que hombre y mujer se hicieron conscientes de sí mismos y del otro, tuvieron conciencia de su separatidad, y de la diferencia entre ambos, en la medida en que pertenecían a sexos distintos. Pero, al reconocer su separatidad, siguen siendo desconocidos el uno para el otro, porque aún no han aprendido a amarse (como lo demuestra el hecho de que Adán se defiende, acusando a Eva, en lugar de tratar de defenderla). La conciencia de la separación humana -sin la reunión por el amor- es la fuente de la vergüenza. Es, al mismo tiempo, la fuente de la culpa y la angustia.
La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa la locura, porque el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece -porque el mundo exterior, del cual se está separado, ha desaparecido-.
El hombre -de todas las edades y culturas- enfrenta la solución de un problema que es siempre el mismo: el problema de cómo superar la separatidad, cómo lograr la unión, cómo trascender la propia vida individual y encontrar compensación. Surge del mismo terreno: la situación humana, las condiciones de la existencia humana. La respuesta varía. La solución y las respuestas son muchas -su crónica constituye la historia humana. En cuanto se dejan de lado las diferencias menores, que corresponden más a la periferia que al centro, se descubre que el hombre sólo ha dado un número limitado de respuestas, y que no pudo haber dado más, en las diversas culturas en que vivió. La historia de la religión y de la filosofía es la historia de esas respuestas, de su diversidad, así como de su limitación en cuanto al número.
Las respuestas dependen, del grado de individualización alcanzado por el individuo. En el infante, la yoidad se ha desarrollado apenas; él aún se siente uno con su madre, no experimenta el sentimiento de separatidad mientras su madre está presente. Su sensación de soledad es creada por la presencia física de la madre, sus pechos, su piel. Sólo en el grado que el niño desarrolla su sensación de separatidad e individualidad, la presencia física de la madre deja de ser suficiente y surge la necesidad de superar de otras maneras la separatidad.
Cuanto más se libera la raza humana de tales vínculos primarios, más intensa se torna la necesidad de encontrar nuevas formas de escapar del estado de separación.
Una forma de alcanzar tal objetivo consiste en diversas clases de estados orgiásticos. Estos pueden tener la forma de un trance autoinducido, a veces con la ayuda de drogas. Muchos rituales de tribus primitivas ofrecen un vívido cuadro de ese tipo de solución. En un estado transitorio de exaltación, el mundo exterior desaparece, y con él el sentimiento de separatidad con respecto al mismo. Puesto que tales rituales se practican en común, se agrega una experiencia de fusión con el grupo que hace aún más efectiva esa solución. En estrecha relación con la solución orgiástica, y frecuentemente unida a ella, está la experiencia sexual. El orgasmo sexual puede producir un estado similar al provocado por un trance o a los efectos de ciertas drogas. Los ritos de orgías sexuales comunales formaban parte de muchos rituales primitivos. Según parece, el hombre puede seguir durante cierto tiempo, después de la experiencia orgiástica, sin sufrir demasiado a causa de su separatidad. Lentamente, la tensión de la angustia comienza a aumentar, y disminuye otra vez por medio de la repetición del ritual.
Tales estados orgiásticos constituyen una práctica común en una tribu, no producen angustia o culpa. Participar en ellos es correcto, e inclusive es virtuoso, de ahí que no existan motivos para sentirse culpable o avergonzado. La situación es enteramente distinta cuando un individuo elige esa solución en una cultura que ha dejado atrás tales prácticas comunes. En una cultura no orgiástica, el alcohol y las drogas son los medios a su disposición. En contraste con los que participan en la solución socialmente aceptada, tales individuos experimentan sentimientos de culpa y remordimiento. Tratan de escapar de la separatidad refugiándose en el alcohol o las drogas; pero cuando la experiencia orgiástica concluye, se sienten más separados aún, y ello los impulsa a recurrir a tal experiencia con frecuencia e intensidad crecientes. La solución orgiástica sexual presenta leves diferencias. En cierta medida, constituye una forma natural y normal de superar la separatidad, y una solución parcial al problema del aislamiento.
Las formas de unión orgiástica tienen tres características: son intensas, incluso violentas; ocurren en la personalidad total, mente y cuerpo; son transitorias y periódicas.
En una sociedad primitiva el grupo es pequeño. En la sociedad occidental contemporánea la unión con el grupo es la forma predominante de superar el estado de separación. Se trata de una unión en la que el ser individual desaparece en gran medida, y cuya finalidad es la pertenencia al rebaño. Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto en las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia dé la soledad. Los sistemas dictatoriales utilizan amenazas y el terror para inducir esta conformidad; los países democráticos, la sugestión y la propaganda. Indudablemente, hay una gran diferencia entre los dos sistemas. En las democracias, la no conformidad es posible, y en realidad, no está totalmente ausente; en los sistemas totalitarios, sólo unos pocos héroes y mártires insólitos se niegan a obedecer.
La mayoría de las gentes ni siquiera tienen conciencia de su necesidad de conformismo. Viven con la ilusión de que son individualistas, de que han llegado a determinadas conclusiones como resultado de sus propios pensamientos -y que simplemente sucede que sus ideas son iguales que las de la mayoría-. El consenso de todos sirve como prueba de la corrección de "sus" ideas. Puesto que aún tienen necesidad de sentir alguna individualidad, tal necesidad se satisface en lo relativo a diferencias menores.
Esa creciente tendencia a eliminar las diferencias se relaciona estrechamente con el concepto y la experiencia de igualdad, tal como se está desarrollando en las sociedades industria les más avanzadas. En un contexto religioso, igualdad significó que todos somos hijos de Dios. Significaba también que deben respetarse las diferencias entre los individuos, que, si bien es cierto que todos somos uno, también lo es que cada uno de nosotros constituye una entidad única, un cosmos en si mismo. Continuando las ideas del iluminismo, los pensadores socialistas de diversas escuelas definieron la igualdad como la abolición de la explotación, del uso del hombre por el hombre, fuera ese uso cruel o "humanitario".
En la sociedad capitalista contemporánea, el significado del término igualdad se ha transformado. Por él se entiende la igualdad de los autómatas, de hombres que han perdido su individualidad. Hoy en día, igualdad significa "identidad" antes que "unidad". Hombres que trabajan en los mismos empleos, idénticas diversiones, tienen idénticos pensamientos e ideas. En este sentido, también deben recibirse con cierto escepticismo algunas conquistas generalmente celebradas como signos de progreso, tales como la igualdad de las mujeres, los aspectos positivos de esa tendencia a la igualdad no deben engañarnos. Forman parte del movimiento hacia la eliminación de las diferencias. Tal es el precio que se paga por la igualdad: las mujeres son iguales porque ya no son diferentes. La proposición de la filosofía del iluminismo el alma no tiene sexo, se ha convertido en práctica general. La polaridad de los sexos está desapareciendo, y con ella el amor erótico, que se basa en dicha polaridad. Hombres y mujeres son idénticos, no iguales como polos opuestos. La sociedad contemporánea predica el ideal de la igualdad no individualizada, porque necesita átomos humanos, todos idénticos, para hacerlos funcionar en masa, suavemente, sin fricción; todos obedecen las mismas órdenes, y no obstante, todos están convencidos de que siguen sus propios deseos. Así como la moderna producción en masa requiere la estandarización de los productos, así el proceso social requiere la estandarización del hombre, y esa estandarización es llamada "igualdad".
La unión por la conformidad no es intensa y violenta; es calma, dictada por la rutina, y por ello mismo, suele resultar insuficiente para aliviar la angustia de la separatidad. La frecuencia del alcoholismo, la afición a las drogas, la sexualidad compulsiva y el suicidio en la sociedad occidental contemporánea constituyen los síntomas de ese fracaso relativo de la conformidad tipo rebaño. La conformidad tipo rebaño ofrece tan sólo una ventaja: es permanente, y no espasmódica. El individuo es introducido en el patrón de conformidad a la edad de tres o cuatro años, y a partir de ese momento, nunca pierde el contacto con el rebaño. Aun su funeral, que él anticipa como su última actividad social importante, está estrictamente de acuerdo con el patrón.
Además de la conformidad como forma de aliviar la angustia que surge de la separatidad, debemos considerar otro factor de la vida contemporánea: el papel de la rutina en el trabajo yen el placer. El hombre forma parte de la fuerza laboral, fuerza burocrática de empleados y empresarios. Tiene muy poca iniciativa, sus tareas están prescritas por la organización del trabajo; incluso hay muy poca diferencia entre los que están en los peldaños inferiores de la escala y los que han llegado más arriba. Aun los sentimientos están prescritos: alegría, tolerancia, responsabilidad, ambición y habilidad para llevarse bien con todo el mundo sin inconvenientes. Las diversiones están rutinizada.
Una tercera manera de lograr la unión reside en la actividad creadora, sea la del artista o la del artesano. En cualquier tipo de tarea creadora, la persona que crea se une con su material, que representa el mundo exterior a él. En todos los tipos de trabajo creador el individuo y su objeto se tornan uno, el hombre se une al mundo en el proceso de creación.
La solución plena está en el logro de la unión interpersonal, la fusión con otra persona, en el amor. Ese deseo de fusión interpersonal es el impulso más poderoso que existe en el hombre. Constituye su pasión más fundamental, la fuerza que sostiene a la raza humana, al clan, a la familia y a la sociedad. La incapacidad para alcanzarlo significa insania o destrucción -de sí mismo o de los demás-. Sin amor, la humanidad no podría existir un día más. Sin embargo, si llamamos "amor" al logro de la unión interpersonal, nos vemos frente a una seria dificultad. La fusión puede lograrse en distintas formas. Como ocurre con todas las dificultades semánticas, la respuesta sólo puede ser arbitraria. Lo importante es que sepamos a qué clase de unión nos referimos cuando hablamos de amor.
La unión simbiótica tiene su patrón biológico en la relación entre la madre embarazada y el feto. Son dos y, sin embargo, uno solo. Viven "juntos" (sym-biosis), se necesitan mutuamente. El feto es parte de la madre y recibe de ella cuanto necesita; la madre es su mundo, lo protege, pero también su propia vida se ve realzada por él. En la unión simbiótica psíquica, los dos cuerpos son independientes, pero psicológicamente existe el mismo tipo de relación.
La forma pasiva de la unión simbiótica es la sumisión, o, para usar un término clínico, el masoquismo. La persona masoquista escapa del intolerable sentimiento de aislamiento y separatidad convirtiéndose en una parte de otra persona que la dirige, la guía, la protege, que es su vida y el aire que respira, por así decirlo. Se exagera el poder de aquel al que uno se somete, se trate de una persona o de un dios; él es todo, yo soy nada, salvo en la medida en que formo parte de él. Como tal, comparto su grandeza, su poder, su seguridad. La persona masoquista no tiene que tomar decisiones, ni correr riesgos; nunca está sola, pero no es independiente; carece de integridad; no ha nacido aún totalmente. En un contexto religioso, el objeto de la adoración recibe el nombre de ídolo; en el contexto secular de la relación amorosa masoquista, el mecanismo esencial, de idolatría, es el mismo.
La forma activa de la fusión simbiótica es la dominación, o, para utilizar el término correspondiente a masoquismo, el sadismo. La persona sádica quiere escapar de su soledad y de su sensación de estar aprisionada haciendo de otro individuo una parte de sí misma. Se siente acrecentada y realzada incorporando a otra persona, que la adora.
La persona sádica es tan dependiente de la sumisa como ésta de aquélla; ninguna de las dos puede vivir sin la otra. En contraste con la unión simbiótica, el amor maduro significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad.
El amor es un poder activo en el hombre; un poder que atraviesa las barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo une a los demás; el amor lo capacita para superar su sentimiento de aislamiento y separatidad, y no obstante le permite ser él mismo, mantener su integridad. En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos.
Si decimos que el amor es una actividad, en el sentido moderno del término, "actividad" denota una acción que, mediante un gasto de energía, produce un cambio en la situación existente. Todas esas actividades tienen en común el estar dirigidas hacia una meta exterior. En el ejercicio de un afecto activo, el hombre es libre, es el amo de su afecto; en el afecto pasivo, el hombre se ve impulsado, es objeto de motivaciones de las que no se percata. El amor es una actividad, no un afecto pasivo; es un "estar continuado", no un "súbito arranque”,  amar es fundamentalmente dar, no recibir.
¿Qué es dar? Por simple que parezca la respuesta, está en realidad plena de ambigüedades y complejidades. La gente cuya orientación fundamental no es productiva, vive el dar como un empobrecimiento, por lo que se niega generalmente a hacerlo. Algunos hacen del dar una virtud, en el sentido de un sacrificio. Para el carácter productivo, dar posee un significado totalmente distinto: constituye la más alta expresión de potencia. En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder.
Encontramos el ejemplo más elemental en la esfera del sexo. La culminación de la función sexual masculina radica en el acto de dar; el hombre se da a sí mismo, da su órgano sexual, a la mujer. En el momento del orgasmo, le da su semen. No puede dejar de darlo si es potente. Si no puede dar, es impotente. El proceso no es diferente en la mujer, si bien algo más complejo. También ella se da; permite el acceso al núcleo de su feminidad; en el acto de recibir, ella da. Si es incapaz de ese dar, si sólo puede recibir, es frígida. En su caso, el acto de dar vuelve a producirse, no en su función de amante, sino como madre
En la esfera de las cosas materiales, dar significa ser rico. No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho. El avaro que se preocupa angustiosamente por la posible pérdida de algo es, desde el punto de vista psicológico, un hombre indigente, empobrecido, por mucho que posea. Quien es capaz de dar de sí es rico. Siéntese a sí mismo como alguien que puede entregar a los demás algo de sí.
Sin embargo, la esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de sí misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por sí una dicha exquisita. Cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio. Dar implica hacer de la otra persona un dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.
La capacidad de amar como acto de dar depende del desarrollo caracterológico de la persona. Presupone el logro de una orientación predominantemente productiva, en la que la persona ha superado la dependencia, la omnipotencia narcisista, el deseo de explotar a los demás, o de acumular, y ha adquirido fe en sus propios poderes humanos y coraje para confiar en su capacidad para alcanzar el logro de sus fines. En la misma medida en que carece de tales cualidades, tiene miedo de darse, y, por tanto, de amar.
El carácter activo del amor se vuelve evidente en el hecho de que implica elementos básicos que son:cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.
Que el amor implica cuidado es especialmente evidente en el amor de una madre por su hijo. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Cuando falta tal preocupación activa, no hay amor. Se ama aquello por lo que se trabaja, y se trabaja por lo que se ama. El cuidado y la preocupación implican otro aspecto del amor: el de la responsabilidad. Pero la responsabilidad, en su verdadero sentido, es un acto enteramente voluntario, constituye mi respuesta a las necesidades, expresadas o no, de otro ser humano. Ser "responsable" significa estar listo y dispuesto a "responder".
Respeto no significa temor y sumisa reverencia; denota, de acuerdo con la raíz de la palabra (respicere = mirar), la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. Respetar significa preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. De ese modo, el respeto implica la ausencia de explotación. Quiero que la persona amada crezca y se desarrolle por sí misma, en la forma que les es propia, y no para servirme. Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea, como un objeto para mi uso. El amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación.
Respetar a una persona sin conocerla, no es posible; el cuidado y la responsabilidad serían ciegos si no los guiara el conocimiento. El conocimiento sería vacío si no lo motivara la preocupación. Hay muchos niveles de conocimiento; el que constituye un aspecto del amor no se detiene en la periferia, sino que penetra hasta el meollo. Sólo es posible cuando puedo trascender la preocupación por mí mismo y ver a la otra persona en sus propios términos.
La necesidad básica de fundirse con otra persona para trascender de ese modo la prisión de la propia separatidad se vincula, de modo íntimo, con otro deseo específicamente humano, el de conocer el "secreto del hombre". El hombre, en sus aspectos humanos, es un impenetrable secreto para sí mismo -y para sus semejantes.. Cuanto más avanzamos hacia las profundidades de nuestro ser, o el ser de los otros, más nos elude la meta del conocimiento.
Hay una manera, una manera desesperada, de conocer el secreto: es el poder absoluto sobre otra persona; el poder que le hace hacer lo que queremos, sentir lo que queremos, pensar lo que queremos; que la transforma en una cosa, nuestra cosa, nuestra posesión. El grado más intenso de ese intento de conocer consiste en los extremos del sadismo, el deseo y la habilidad de hacer sufrir a un ser humano, de torturarlo, de obligarlo a traicionar su secreto en su sufrimiento. En ese anhelo de penetrar en el secreto del hombre, y por lo tanto, en el nuestro, reside una motivación esencial de la profundidad y la intensidad de la crueldad y la destructividad.
Es frecuente que los niños tomen abiertamente ese camino hacia el conocimiento. El niño desarma algo, lo deshace para conocerlo; o destroza un animal; cruelmente arranca las alas de una mariposa para conocerla, para obligarla a revelar su secreto. La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.
Otro camino para conocer "el secreto" es el amor. El amor es la penetración activa en la otra persona, en la que la unión satisface mi deseo de conocer. En el acto de fusión, te conozco, me conozco a mí mismo, conozco a todos -y no "conozco" nada-. Conozco de la única manera en que el conocimiento de lo que está vivo le es posible al hombre -por la experiencia de la unión- no mediante algún conocimiento proporcionado por nuestro pensamiento. El sadismo está motivado por el deseo de conocer el secreto, y, sin embargo, permanezco tan ignorante como antes. He destrozado completamente al otro ser, y, sin embargo, no he hecho más que separarlo en pedazos. El amor es la única forma de conocimiento, que, en el acto de unión, satisface mi búsqueda. En el acto de amar, de entregarse, en el acto de penetrar en la otra persona, me encuentro a mí mismo, me descubro, nos descubro a ambos, descubro al hombre. Aunque llegáramos a conocernos muchísimo más, nunca alcanzaríamos el fondo. Seguiríamos siendo un enigma para nosotros mismos, y nuestros semejantes seguirían siéndolo para nosotros. La única forma de alcanzar el conocimiento total consiste en el acto de amar: ese acto trasciende el pensamiento, trasciende las palabras. Tengo que conocer a la otra persona y a mí mismo objetiva mente, para poder ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella.
El problema de conocer al hombre es paralelo al problema religioso de conocer a Dios. En la teología occidental convencional se intenta conocer a Dios por medio del pensamiento, de afirmaciones acerca de Dios. Se supone que puedo conocer a Dios en mi pensamiento. En el misticismo, que es el resultado del monoteísmo (como trataré de demostrar más adelante), se renuncia al intento de conocer a Dios por medio del pensamiento, y se lo reemplaza por la experiencia de la unión con Dios, en la que ya no hay lugar para el conocimiento acerca de Dios, ni tal conocimiento es necesario.
La experiencia de la unión, con el hombre, o, desde un punto de vista religioso, con Dios, no es en modo alguno irracional. Por el contrario, es la consecuencia del racionalismo, su consecuencia más audaz y radical. Se basa en nuestro conocimiento de las limitaciones fundamentales, y no accidentales, de nuestro conocimiento. Es el conocimiento de que nunca "captaremos" el secreto del hombre y del universo, pero que podemos conocerlos, sin embargo, en el acto de amar. La psicología como ciencia tiene limitaciones, y así como la consecuencia lógica de la teología es el misticismo, así la consecuencia última de la psicología es el amor.
Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes. Constituyen un síndrome de actitudes que se encuentran en la persona madura; esto es, en la persona que desarrolla productivamente sus propios poderes, que sólo desea poseer los que ha ganado con su trabajo, que ha renunciado a los sueños narcisistas de omnisapiencia y omnipotencia, que ha adquirido humildad basada en esa fuerza interior que sólo la genuina actividad productiva puede proporcionar.
Hasta ahora he hablado sobre el amor como forma de superar la separatidad humana, como la realización del anhelo de unión. Pero por encima de la necesidad universal, existencial, de unión, surge otra más específica y de orden biológico: el deseo de unión entre los polos masculino y femenino. La idea de tal polarización está notablemente expresada en el mito de que, originariamente, el hombre y la mujer fueron uno, que los dividieron por la mitad y que, desde entonces, cada hombre busca la parte femenina de sí mismo que ha perdido, para unirse nuevamente con ella. El significado del mito es bastante claro. La polarización sexual lleva al hombre a buscar la unión con el otro sexo. La polaridad entre los principios masculino y femenino existe también dentro de cada hombre y cada mujer. Así como fisiológicamente tanto el hombre como la mujer poseen hormonas del sexo opuesto, así también en el sentido psicológico son bisexuales. Llevan en si mismos el principio de recibir y de penetrar, de la materia y del espíritu. El hombre -y la mujer- sólo logra la unión interior en la unión con su polaridad femenina o masculina. Esa polaridad es la base de toda creatividad.
La polaridad masculino-femenina es también la base de la creatividad interpersonal. Ello se evidencia biológicamente en el hecho de que la unión del esperma y el óvulo constituyen la base para el nacimiento de un niño. Y la situación es la misma en el dominio puramente psíquico; en el amor entre hombre y mujer, cada uno vuelve a nacer. (La desviación homosexual es un fracaso en el logro de esa unión polarizada, y por eso el homosexual sufre el dolor de la separatidad nunca resuelta, fracaso que comparte, sin embargo, con el heterosexual corriente que no puede amar.)
Hablé antes del error que cometió Freud al ver en el amor exclusivamente la expresión -o una sublimación- del instinto sexual, en lugar de reconocer que el deseo sexual es una manifestación de la necesidad de amor y de unión. Pero el error de Freud es más hondo todavía. De acuerdo con su materialismo fisiológico, ve en el instinto sexual el resultado de una tensión químicamente producida en el cuerpo, que es dolorosa y busca alivio. La finalidad del deseo sexual es la eliminación de esa tensión; la satisfacción sexual consiste en tal eliminación. Lo que Freud paradójicamente no tiene en cuenta es el aspecto psicobiológico de la sexualidad, la polaridad masculino-femenina, y el deseo de resolver la polaridad por medio de la unión. Ese curioso error probablemente vióse facilitado por el extremo patriarcalismo de Freud, que lo llevó a suponer que la sexualidad per se es masculina, y le hizo ignorar la sexualidad femenina específica.
La necesidad de aliviar la tensión sólo motiva parcialmente la atracción entre los sexos; la motivación fundamental es la necesidad de unión con el otro polo sexual. De hecho, la atracción erótica no se expresa únicamente en la atracción sexual. Hay masculinidad y feminidad en el carácter tanto como en la función sexual. Puede definirse el carácter masculino diciendo que posee las cualidades de penetración, conducción, actividad, disciplina y aventura; el carácter femenino, las cualidades de receptividad productiva, protección, realismo, resistencia, maternalidad. (Siempre debe tenerse presente que en cada individuo se funden ambas características, pero con predominio de las correspondientes a su sexo.)
Se ha criticado a Freud por su sobrevaloración de lo sexual. Tales críticas estuvieron frecuentemente motivadas por el deseo de eliminar del sistema freudiano un elemento que despertó la hostilidad y la crítica de la gente de mentalidad convencional. Freud percibió agudamente esa motivación y, por eso mismo, luchó contra todo intento de modificar su teoría sexual. Es indudable que en su época la teoría freudiana tenía un carácter desafiante y revolucionario. Pero lo que era cierto alrededor de 1900 ya no lo es cincuenta años más tarde. Las costumbres sexuales han cambiado tanto que las teorías de Freud ya no le resultan escandalosas a la clase media occidental,
No critico la teoría freudiana por acentuar excesivamente la sexualidad, sino por su fracaso en comprenderla con profundidad. Freud dio el primer paso hacia el descubrimiento de la significación de las pasiones interpersonales; de acuerdo con sus premisas filosóficas, las explicó fisiológicamente. En el desarrollo ulterior del psicoanálisis, es necesario corregir y profundizar el concepto freudiano, trasladando las concepciones de Freud de la dimensión fisiológica a la biológica y existencial.

HORNEY, Karen (1885-1952).
Psiquiatra y psicoanalista estadounidense de origen alemán. Perteneció a la denominada escuela humanista del psicoanálisis, de la que fue máximo representante Erich Fromm. Autora de La personalidad neurótica de nuestro tiempo.
Padre severo, hosco, madre dinámica, librepensadora, la animó a estudiar medicina. Llegó a EEUU con la Gran Depresión, apreció el papel de los factores ambientales en la neurosis.
Combatió las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina y desarrolló sus propias teorías sobre el origen de ciertas neurosis. Ella creía que muchos de los problemas psíquicos tenían su origen en la infancia, haciendo especial hincapié en la cultura y pautas establecidas de comportamiento de la comunidad en la que el individuo ha vivido, las cuales estarían muy relacionadas con esos trastornos, frente al innatismo y genetismo freudianos.
Destaca también por su teoría de la personalidad, en la que considera al individuo de forma holística, como una unidad dentro de un marco social, influyendo y siendo influido por su ambiente. Así, según esta autora, la personalidad consiste en atributos que caracterizan a la organización constantemente cambiante del individuo. Cada atributo es creado por el individuo y actúa simultáneamente sobre él, exigiendo satisfacción, produciendo esfuerzo o presionando a la actuación. En opinión de Horney, estos atributos son aprendidos en la familia.
Según esta teoría, los factores motivacionales derivan de los atributos de la personalidad más que de los esfuerzos libidinales infantiles conservados desde la infancia por compulsión a la repetición. Destaca también su teoría psicopatológica y dentro de ésta la génesis del conflicto y la ansiedad, las defensas caracteriales contra las defensas neuróticas y la formación de síntomas.
Decía, podría haber una contrapartida masculina a la envidia al pene en los hombres, la envidia al útero, significando a aquella envidia que se siente ante la habilidad femenina de criar hijos. Quizás, el grado hasta donde muchos hombres se dirigen a por el éxito y de querer que sus apellidos perduren después de su muerte es una compensación por su incapacidad de perdurar una parte de sí mismos a través de llevar consigo, amamantar y criar sus hijos.
Una segunda idea, la cual no tiene mucha aceptación en la comunidad psicológica, es la del autoanálisis. Karen Horney escribió uno de los primeros manuales de autoayuda y sugirió que con pequeños problemas neuróticos, nosotros podríamos ser nuestros propios psiquiatras.

HIPERCOMPETITIVIDAD Deseo arrollador de competir y ganar , aumentar la creencia de que son valiosos. Evitar la derrota a cualquier precio, dispuesto a engañar, manipular, abusar.
Horney no estaba de acuerdo con Freud acerca de un instinto de muerte. La ansiedad fue fomentada por la estructura social y económica defectuosa, que oprime a las masas y una cultura patriarcal que atenta contra las mujeres.

ANSIEDAD BASICA
De acuerdo con Karen Horney, la fuente principal donde se alimentan, intensifican y generalizan las tendencias neuróticas; está caracterizada por sentimientos vagos de soledad, impotencia y miedo a un mundo potencialmente hostil. El ambiente es temido como irreal, injusto, peligroso, amenazante.

NECESIDADES O TENDENCIAS NEUROTICAS
Habló de las neurosis como conflictos infantiles (de clima familiar) y problemas interpersonales. La relaciona con la ansiedad. A diferencia de Freud le agrega el factor cultural.
Son intentos de control, 1.- ansiedad de relaciones interpersonales, 2- intentos fallidos de adaptación.
Horney bosquejó 10 Necesidades básicas:
Estas serían las formas de enfrentarse al mundo, su origen es que estas tendencias son respuestas a necesidades básicas, son compulsivas e inconcientes. ECESIDADES de
1-      afecto y aprobación
2-      pareja
3-      poder
4-      restringir la vida (no voy a tal lugar x que no me quieren)
5-      explotar a los demás (suponerlos en términos utilitarios)
6-      reconocimiento social o prestigio
7-      admiración personal (pasa por uno mismo, me amo)
8-      de logro personal
9-      de autosuficiencia e independencia
10-  de perfección.

Conducen a 3 tipos de estrategias de modos de relacionarse con las demás personas:
SUMISION
Moverse hacia el deseo del otro
HOSTILIDAD
Moverse en contra del otro
ALEJAMIENTO
Moverse lejos del otro
Esta es una solución MODESTA
Esta es una solución AUTOEXPANSIVA
Esta es una solución de RENUNCIA O RESIGNACION
En ADLER sería lo mismo que
obtenedor
dominante
evitativo

Tres orientaciones básicas hacia la vida:
Solución modesta: súplica para ser amado
Solución autoexpansiva: intento de dominio
Solución de renuncia: deseo de ser libre de los demás.

YO REAL
Representa lo que somos, aquellas cosas que son ciertas respecto a nosotros.
YO IDEALIZADO
Representa lo que pensamos que deberíamos ser, es usado como un modelo para ayudarnos a desarrollar nuestro potencial y logra la autorrealización.
En el individuo normal, el yo idealizado y el real coinciden en gran medida porque el real está perjuiciado por una evaluación realista de las capacidades y potenciales propias.
En el individuo neurótico, el yo real y el idealizado son discrepantes, están mas separados. Una persona es capaz de reconocer y desarrollar solo aquellos aspectos delyo real que coinciden con el yo idealizado.
En una neurosis extrema, el individuo puede abandonar el yo real por un yo idealizado glorificado, Horney la llamó a esta situación como de ENAJENACION, donde una persona se identifica con el yo ideal, y pierde la fuente de fuerza verdadera.
TIRANIA DE LOS DEBERIA
La vida de los neuróticos esta gobernada por la tiranía de los debería, en lugar de satisfacer necesidades genuinas, los individuos crean necesidades falsas. Por ej., para ser bueno no debo sentir celos, entonces el yo real que experimenta celos es negado, y el individuo se separa de una parte del yo.

Guía 3: el arte de Amar. Cáp. II. T. del Amor.
1-            cuáles son las respuestas que pueden dar el hombre frente a su condición de soledad?
2-            Del tener al ser, introducción. El sentido de la vida. Explique cuáles son los obstáculos para llegar al camino del ser.

Guía 2: Jung
1-       Explique a partir de que concepto se fue dando la ruptura entre Freud y Jung.
2-       Conceptualice psique según Jung.
3-       Conceptualiza libido según Jung.
4-       Que relación tienen la libido con los tipos introvertidos y extravertidos.
5-       Explique los conceptos de complejo y arquetipo. 

Guía 4: V. Frankl: logoterapia: la vida en busca del sentido.
1-            cual es el origen de la corriente? ¿contra quien reaccionan? Y cuáles son las principales características.
2-            ¿Cuál es la imagen de hombre y como funciona esta persona?
3-            ¿qué quiere decir somos responsables de lo que somos? “La existencia precede a la esencia”.
4-            ¿Cuáles son las características de la psicoterapia humanística, objetivos psicoterapéuticos, describir la relación terapéutica y cuales son las técnicas que utilizan y que cambios se dan en las personas que hacen esta terapia?.


Preguntas y consignas de la cátedra en relación al humanismo
–  Raíces filosóficas del movimiento humanista
–  Cual es el origen de la corriente? Contra quien reaccionan?. Principales características
–  Que quiere decir “somos responsables de lo que somos” “la existencia precede a la esencia”
–  Cuáles son las características de la psicoterapia humanística. El objetivo es terapéutico, descubrir la relación terapéutica y cuales son las técnicas que utilizan y que cambios se dan en las personas que hacen esta terapia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buenísimo este resumen.